·
En Almagarinos, como en otros 1.234 pedanías (entidades locales
menores) de León, está en vigor, por el momento, la institución milenaria del “concejo
abierto”, que hunde sus raíces en la Alta Edad Media. Para los
historiadores y también para los hijos del común, que hemos vivido esta institución,
el “concejo abierto” es la materialización de la genuina y natural democracia clásica (aquella que se practicaba en
el ágora griega), del autogobierno de
los propios vecinos del puebl0 y de la autogestión
democrática de los recursos comunales. Así, como Monsieur Jourdin “qui disait de la prose depuis longtemps, sans le
savoir”, en las Juntas Vecinales, al no generar ningún coste ni deuda, se
practicaba ya la “sostenibilidad”,
sin saberlo los vecinos de las pedanías y antes de que se creara la palabra
para designarla.
·
En las pedanías, cuando se “tocaba
o se toca a concejo”, con un repique especial de una de las campanas de la
iglesia, todos los vecinos acudían y acuden al lugar habitual para informarse,
para debatir y para tomar decisiones, por mayoría de votos, sobre diferentes
aspectos de la vida vecinal. De esta forma se decidían y se deciden la gestión
y el aprovechamiento de los recursos comunales (prados, bosques, montes,
molinos eólicos, huertos solares, minas a cielo abierto, cotos de caza, etc.), así
como las labores de mantenimiento de presas, acequias, caminos, cañadas, etc.
Para llevar a cabo estas labores se tocaba a “facendera”, también con un repique especial de una de las campanas
de la iglesia, y los vecinos se reunían en el lugar de costumbre, desde donde
partían para ejecutar los trabajos planificados de antemano en un “concejo
abierto”. Por cierto, el uso y el papel de las campanas de la iglesia lleva el
agua al molino de ese refrán leonés que las desacraliza y que reza así: “las campanas y el pendón, del pueblo son”.
· Esta forma
de gestionar las cosas del común, que se fundamenta en la solidaridad, en la
colaboración mutua, en la democracia directa y participativa, en el trabajo en
equipo y en la sinergia de toda la comunidad vecinal, está en peligro de pasar
a mejor vida, si el proyecto Montoro (“Proyecto
de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local”) se llega
a adoptar. En efecto, con este proyecto de ley, se quieren eliminar las Juntas
Vecinales o Pedanías, que no tienen deudas, y, al hacerlo, se van a expoliar
sus recursos y su patrimonio para cederlos a las Diputaciones o los ayuntamientos,
que sí tienen muchas, muchas, muchas… deudas. Por eso, desde mediados de 2012,
han surgido plataformas, asociaciones y movimientos para hacer frente a las pretensiones
del ministro Montoro: ese anti-Robin
Hood, que quiere robar a las hormigas
hacendosas, ahorradoras y previsoras (las Juntas Vecinales) para dárselo a las
cigarras que han despilfarrado los recursos propios de ayer, de hoy y de mañana
(los Ayuntamientos y las Diputaciones).
· Esto es la
teoría y, según los historiadores, así han funcionado las pedanías a lo largo
de la historia y en el pasado reciente. En efecto, los nacidos en Almagarinos y
que tenemos alrededor de 60 años, guardamos en nuestras retinas aquellos
concejos abiertos que tenían lugar, bajo el frondoso y vigoroso nogal de mi tío
Luis Cabezas Riesco, en la confluencia de las calles El Miradero, La Caleyina y
La Fuente. Arrimado al tronco del nogal, como un San Luis bajo un roble
impartiendo justicia, el alcalde pedáneo de turno informaba a los parroquianos
de las noticias llegadas de la capital o del ayuntamiento (Diputación de León y
Ayuntamiento de Igüeña) o presentaba algún proyecto para ser debatido y votado.
Todo se desarrollaba con orden, con educación y con respeto. Se respetaba la
palabra del que hablaba, se le escuchaba y se aplicaban la cortesía y las
buenas maneras, virtudes que caracterizaron siempre a “los
del teso el Argatón”.
· Ahora bien,
harina de otro costal es cómo se desarrollan los concejos abiertos hoy, en
2013. Ya no son lo que eran. El nogal de
mi tío Luis Cabezas ya pasó a mejor vida y, en su lugar, ha florecido el
hormigón, expuesto al implacable sol estival. El repique de campana ha sido
sustituido por una convocatoria escrita, crucificada en dos tablones de
anuncios. El espacio público al aire libre ha sido reemplazado por un recinto
cerrado, inconfortable e incapaz de contener cómodamente a todos los asistentes.
Y, en el desarrollo de los concejos abiertos, el comportamiento de algunos vecinos, deja
mucho que desear y es censurable bajo todos los puntos de vista.
·
A principios del mes de agosto de 2013, asistí a un concejo abierto en
Almagarinos, convocado con un único orden del día: preparar las fiestas de
verano, que se celebrarían una semana más tarde. Fue vergonzoso y degradante el
espectáculo dado por algunos vecinos, que mearon directamente fuera del tiesto
y que parecen tener el cerebro en los puños. En efecto, abierto e iniciado el
concejo por el pedáneo Toribio Cancillo, empezaron los gritos, los insultos,
las intimidaciones verbales y no verbales, proferidas por algunos vecinos que no
tienen ni repajolera idea de educación, de democracia ni de buenas maneras. Y
estos despropósitos, como dijo Diógenes
“deshonran a quien las infiere, no a quien las recibe”. Hubo incluso
intentos de agresión física hacia la persona del pedáneo. Y no se llegó a las
manos, ese comportamiento de villanos, gracias a los buenos oficios de algunos
presentes, curtidos en bonhomía, en buenas maneras y en prácticas democráticas.
Restablecido el orden, los bravucones insultadores y malhablados tomaron las de
Villadiego y las aguas volvieron al concejo abierto, en el que se pudo abordar
el orden del día y preparar las fiestas, que fueron todo un éxito de
organización y de participación, a pesar del boicot de los “protestantes” insolidarios, maleducados
y sin causa.
·
Las pedanías y los concejos abiertos están en peligro, tanto por el
proyecto Montoro como por las divisiones-enfrentamientos entre vecinos y los
comportamientos incívicos y antidemocráticos de ciertos lugareños. Por eso, si
queremos seguir disfrutando de la democracia directa y participativa de los
concejos abiertos, del autogobierno y de la autogestión de nuestros recursos
comunales, los vecinos de las pedanías debemos mantenernos unidos. La división
es el preludio de la derrota; “divide y
vencerás” era el lema de los romanos,
que utilizaron para vencer y doblegar a todos los pueblos de Europa. Además no
olvidemos aquel proverbio chino que reza así: “Hebra sola no hace cuerda y árbol solo no hace selva”. Volvamos al
pasado reciente de nuestros mayores, en el que vivimos, siendo niños, los que
ahora estamos en la edad madura y recuperemos los valores, el “savoir-faire” y el “savoir-être” de los
del teso el Argatón. Mucho nos jugamos en el envite. Hagamos todos
propósito de enmienda y sigamos este consejo que, hace unos meses, leí en un
relato sufí: “Si hemos nacido con dos
ojos, dos orejas y una lengua, deberíamos ver y oír dos veces antes de hablar”
en el concejo abierto o en cualquier otro lugar.
© Manuel I.
Cabezas González
Publicado en Diálogo Libre, Periódico El Buscador, Crónica Popular, Red de Blogs Comprometidos, País Llionés, La Tribuna del País Vasco, Cerdanyola Info, Web del Ayuntamiento de Igüeña, Bottup y Bierzo Digital.
30 de septiembre de 2013
30 de septiembre de 2013
Cuando vuelvas por Almagarinos pasate a ver un concejo en Tremor de Abajo y veras lo que es dar voces
ResponderEliminarEstimado "Descarado" (sin cara) y "desalmado" (sin rostro, que es el reflejo del alma) 4 vientos,
Eliminar• Como dice el refranero de nuestra tierra, en todos los sitios cuecen habas y, por lo visto, si creemos lo que afirmas, en Tremor de Abajo a toneladas.
• Ante lo que está en juego y como asevero al final de mi texto, no debemos olvidar y debemos aplicar el consejo que, hace unos meses, leí en un relato sufí: “Si hemos nacido con dos ojos, dos orejas y una lengua, deberíamos ver y oír dos veces antes de hablar” en el concejo abierto o en cualquier otro lugar.
• Para salvar esa institución milenaria del "CONCEJO ABIERTO" debemos unirnos, respetar la cortesía lingüística y no olvidar lo que dejó escrito el filósofo griego Epicteto y que resa así: "Así como hay un ARTE DE BIEN HABLAR, existe un ARTE DE BIEN ESCUCHAR".
Un cordial saludo y al toro,
Manuel I. Cabezas
4 de noviembre de 2013
Aunque no tenga cara te voy a poner nombre . Me llamo Carmen y soy cuñada de tu primo Toño y claro está hermana de Olga. Un saludo
Eliminaren Tremor de abajo los concejos no todos son flores ni todos son espinas,hay bastante moderación y entendimiento, y la cosa va funcionando bastante bién.un saludo para todos de vuestro vecino
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