A Alegría Castarlenas in memoriam
Alegría Castarlenas Montgay, en 2013.
Estimada Alegría:
·
La gran mayoría de los que leerán esta carta abierta ni te conocen ni
han oído hablar nunca de ti. Por eso, he puesto tu foto en el íncipit de la misma, para que los
lectores conserven en sus meninges tu imagen. Y por eso, te escribo esta carta
abierta, aunque sé que nunca la leerás, para dar testimonio y para que todos se
enteren de lo que te hicieron los desalmados de Catalunya Caixa.
· Recordada Alegría, en la primera semana de
febrero de 2014, nos dejaste para siempre. Abandonaste este mundo que, más que
un jardín del Edén, ha sido para ti un valle de lágrimas, sobre todo en tu
juventud y al final de tu tránsito por este mundo de depredadores, de
estafadores y de individuos “sin-vergüenza”,
agazapados y al acecho en una sucursal de Catalunya
Caixa.
·
Hacendosa Alegría, en tu
juventud, después de Guerra Civil, fuiste víctima inocente de la represión
política y tuviste que ser huésped obligado, durante 5 años, de las cárceles
franquistas. Después, durante tu vida laboral, te ganaste decentemente la vida,
sirviendo en Barcelona y en Francia. Pero, en el otoño de tu vida, a los 88
años, cuando disfrutabas plácidamente de tu trabajada y justa jubilación, de tu
merecida pensión y de tus honestos ahorros, ganados con el sudor de tu frente, tuviste
la desgracia, como decenas de miles de otros pequeños ahorradores, de que los malandrines
estafadores de Catalunya Caixa se
cruzaran en tu camino vital. Y este fue el principio de tu particular Calvario,
camino del Gólgota.
·
Honesta Alegría, este
funesto y siniestro encuentro, tú no lo buscaste, sino que fue planificado y
propiciado intencionadamente por los despiadados depredadores de una sucursal de Catalunya Caixa de Hospitalet. Aquí, engañosa y fraudulentamente, y en operaciones sucesivas, te endosaron,
por un importe de 40.500€, esa basura
financiera, denominada “deuda
subordinada perpetua” y “participaciones
preferentes”. Así te privaron de ese colchón-alforja crematístico,
con el que esperar, sin angustias ni apreturas, el sueño de los justos. Y,
además, te arrebataron esa alegría de vivir, que llevabas inscrita, incluso, en
tu propio nombre, Alegría. Y, desde
ese momento, tu alegría se transformó en tristeza, en pena, en angustia, en
inseguridad, en pesadumbre, en desamparo, en impotencia, en un sinvivir.
·
Luchadora Alegría, a pesar
de estar sola (sin familia), de tener sólo estudios primarios y de haber cumplido
ya 93 años, tú no te amilanaste ni te rendiste, ni tampoco te has comportado
como muchos de los estafados, que se avergüenzan de lo que les ha sucedido, que
sufren en silencio su desdicha, sin
poder contar con la ayuda de hijos o nietos. A tu avanzada edad, utilizaste
el brazo de ley para exigir justicia. Pero aquella es tan
generosa con los fuertes (Catalunya
Caixa) y tan implacable y despiadada con los débiles, como tú, que
nunca podrás ser resarcida. La Parca, ese
personaje siniestro y mudo, te ha privado de la palabra y te ha impuesto el
silencio para siempre, poniéndote en manos del barquero Caronte que, con su
barca, te llevó a la otra orilla del río Aqueronte, al más allá. Empero, aquí
estamos los que te apreciamos y los que no soportamos la injusticia, para
denunciar lo que te sucedió a ti en esa moderna cueva de Alí Babá (Catalunya
Caixa), sita en Hospitalet.
·
“Iaia” Alegría, tú no has sido la única engañada, estafada y desvalijada
por esos truhanes de Catalunya Caixa.
No debes sentirte culpable por haber sido honesta, honrada y decente. Decenas
de miles de pequeños ahorradores, honestos y confiados, como tú y como mi amiga
Pilar, han sido víctimas de los timadores de Catalunya Caixa. Y, para
perpetrar el latrocinio, éstos utilizaron, con sus víctimas, el
mismo modus operandi: abuso de confianza y malas artes.
·
Dilecta Alegría, como
muchos otros estafados para encontrar una solución
a sus “corralitos” particulares, solicitaste también ser sometida a “arbitraje”, pero la consultora Ernst
& Young desestimó tu
solicitud. Para ellos, como para los burócratas-tecnócratas de
Bruselas (cf. Memorandum
of Understanding), tú eras una profesional de la ingeniería financiera y un
curtido tiburón financiero, avaricioso y que se pasó de listo. Y, por lo tanto,
debías ser dejada en la estacada y perder una parte sustancial o la totalidad
de sus ahorros. Te faltó tiempo para seguir
el ejemplo de la hembra Imo (LINK de la hembra
Imo y yo): Y, con tu muerte, Catatulunya Caixa se quedó sin un estafado; y
la justicia, sin un sujeto activo más.
· Siempre
recordada Alegría, te encuentres
donde te encuentres, no te olvides de
los que aún siguen luchando aquí, en este valle de lágrimas, contra los
ladrones de cuello blanco y los miserables “tontos
útiles” de las sucursales, que han hecho posible la estafa masiva de
cientos de miles de hormigas hacendosas, ahorradoras y previsoras como tú. Si
está en tus manos, me gustaría que movieras Roma con Santiago para que los
estafadores (autores intelectuales y “tontos
útiles”) de decenas de miles de
engañados de Catalunya Caixa empiecen a pagar por sus fechorías aquí y ahora,
sin esperar a lo que les corresponderá en el más allá, si es que existe.
© 2014 –
Manuel I. Cabezas González
Publicado en Diálogo Libre, el Far.cat, navarraconfidencial.com y La Tribuna del País Vasco.
15
de marzo de 2014