martes, 8 de noviembre de 2011

UPyD, GENUINA GRANJA ORWELLIANA

· Acaba de empezar la campaña electoral para las elecciones del 20N y todos los partidos han empezado a secretar mensajes, que no intentan informar e ilustrar a los votantes, que es lo propio de los “mensajes referenciales”, sino que tratan de llamar su atención (mensaje fático) y de embaucarlos para que depositen en ellos su confianza (mensaje conatativo). Por otro lado, personajes individuales o diferentes colectivos se dedican también a dar soporte a las distintas candidaturas. Así, por ejemplo, J.J. Vázquez se ha decantado por A. Pérez Rubalcaba; o “los de la ceja”, esta vez, apoyan a IU; o los distintos medios de comunicación, que combinan su función comunicativa con la función conativa, arropan a una o unas determinadas opciones en liza.

· En esta reflexión quiero centrarme en el apoyo explícito que el Nóbel Mario Vargas Llosa da a UPyD con el artículo “Una rosa para Rosa” (El País, 6.11.2011). En su texto, Vargas Llosa anuncia que votará a UPyD, el próximo 20N, y expone sus razones. Por un lado, dará su voto a UPyD para no votar al PP en esta ocasión, porque desconfía de las mayorías absolutas, que pueden generar “iniciativas arbitrarias y hasta autoritarias”. Además, “UPyD es un partido comprometido con las reformas liberales” y se opondría a la supresión de las “reformas sociales” hechas por Zapatero, si el PP necesitara una alianza con UPyD. Por otro lado, UPyD tiene “posiciones absolutamente lúcidas” sobre la estructura y la desintegración de España. UPyD se ha comprometido también a ayudar a la oposición democrática para acabar con los “52 años de dictadura” en Cuba. Además, UPyD es un partido liberal “en sus convicciones democráticas, en sus posturas tolerantes, en la diversidad que admite y fomenta entre sus militantes” […] lo que da a esta formación política un aire fresco, joven, renovador, idealista, sano, desprovisto del cálculo y los apetitos que suele enquistar el tiempo en los partidos políticos”. Finalmente, UPyD tiene una de los mejores avales posible: Rosa Díez, una mujer “con convicciones muy firmes”, con “un coraje a prueba de terroristas y fanáticos” y “con solvencia moral”.

· Vargas Llosa es uno de los “escribidores” más destacados de la República de las Letras. Es un excelente fabulador y un extraordinario creador de nuevos  mundos lingüísticos. En el campo de la creación literaria, ha dado muestras sobradas de lo que es capaz. Ahora bien, escribir sobre lo que sucede en la sociedad y analizarlo en los medios de comunicación, es harina de otro costal.  La “función poética” debe dejar paso a la “función referencial” (R. Jakobson). Y para esto, todo “escribidor” objetivo, honesto y profesional debe informarse y contrastar las informaciones en fuentes diferentes (euresis). Es la condición sine qua non para no engañar ni defraudar a los lectores. Ahora bien, no parece que Vargas Llosa haya tomado estas precauciones para redactar el panegírico de Rosa Díez y de su partido, UPyD, que he resumido supra.

· Con conocimiento de causa, por haberlo vivido en mis propias carnes (he sido el militante nº 1.150 de UPyD),  puedo decir, y lo digo, que Rosa Díez y su partido UPyD están en las antípodas de la hagiografía propuesta por Vargas Llosa. UPyD es lo más parecido a una genuina “granja orwelliana”, donde la arbitrariedad y los comportamientos autoritarios y antidemocráticos de sus dirigentes son la moneda de curso legal; donde la intolerancia, la represión y la eliminación de cualquier atisbo de diversidad son la regla; donde reina un ambiente enrarecido e insano, preñado de apetitos personales y de cálculos politicastros para trepar e instalarse en la cúpula del partido y en las listas, que conducen al disfrute del poder; donde el todo vale y las diferentes varas de medir han reemplazado al respeto de los estatutos del partido, a los principios y valores éticos, al juego limpio, etc. Y el ejemplo paradigmático de todos estos anti-valores de la granja orwelliana de UPyD es esa Rosa Díez, a la que Vargas Llosa le ofrece una rosa.

· Por todo esto, Vargas Llosa, al redactar su texto, se ha olvidado de aquel aforismo latino, que he adaptado para la ocasión y que reza así: “Amica Rosa, sed magis amica veritas” (Rosa es amiga mía, pero más amiga es la verdad). Y por eso me permito decirle al Nóbel de literatura: “zapatero, a tus zapatos”, a crear nuevos mundos de palabras; y no se deje utilizar más por ese arquetipo de la casta política, Rosa Díez. A ésta le recomiendo el excelente ensayo “La Granja de los Animales (1945) George Orwell” (in Vargas Llosa, La verdad de las mentiras, Alfaguara, Madrid, 213-227).

© Manuel I. Cabezas González
6 de noviembre de 2011
Publicado en lavozdebarcelona.com, leonoticias.com., periodicoelbuscador y Bierzo 7, nº 1.411.

1 comentario:

  1. RAMÓN FANÉS GIL me ha pedido que publique este comentario:

    Querido amigo:

    ¡Cómo disfruto con tus comentarios!

    Se trata hoy de hablar de la tal Rosa, a quien de oídas conozco como referente de nuevo aire socialista, pero no la sigo, no. Ni a ella ni a su aureola.

    Ahora resulta que, de primera mano, me entero de su actitud rectora y, la verdad, lo comprendo, pues sobre cada cima debe haber alguien dando órdenes. Es la Ley.

    De todas formas, vivimos tiempos de cambio: cambio climático, cambio de paradigma, cambios políticos, cambios, cambios, cambios... Es como si se huyera de los modelos tradicionales por gastados, aunque está demostrado que la gente, la nueva, no sabe tampoco a donde va.

    Y es que falta el rigor, la estructura, incluso esas órdenes, que nos parecen tan abyectas, proferidas desde alguna que otra cumbre.

    Nada prospera sin el orden y cuando aquellas no se dictan, todo se pierde en disputas, malos entendidos y bravuconadas.

    Por eso, ni los indignados tienen futuro sin estructura, tampoco tienen programa porque no aceptan el orden y, curiosamente, son aquellos por los que todos demuestran simpatía, precisamente porque están en las antípodas de todo rastro político conocido.

    Deberían organizar su comunicación y transmitir sus mensajes de forma comprensible. Sus consignas deberían fructificar en cualquier plaza de España y su dictado abarcar el entendimiento de una unidad compacta, como aquella que dice saber hacia donde va.

    Ahí hubiera enviado yo mi rosa, aunque no lo haré hasta que no me escuchen con atención: deben organizarse y organizar su discurso e, incluso, integrarse ampliamente con consignas compartidas que abarquen los problemas de nuestra sociedad.

    Nuesto mundo gastado sólo pide respuestas a los problemas que nosotros mismos hemos creado y nos hemos creído. Sufrimos el maltrato hipotecario porque hemos provisto a los bancos de las Leyes necesarias para abocarnos al suicidio. Somos, en definitiva, nuestros propios verdugos. ¿Y hasta cuándo?

    Ahora empiezan a escucharse gritos legítimos. Y es que las personas sufren.

    Me planteo una revolución en toda regla. Desmontar lo existente y vivir de algo nuevo, deshacer estos caminos que no llevan a ninguna parte y buscar los atajos que nos saquen de esta situación asfixiante.

    Y te comunico, querido amigo, que los voy encontrando, aunque deberán ser motivo de otras réplicas a tus amables comunicados.

    Ramón Fanés Gil

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