martes, 3 de marzo de 2015

LA PROFECÍA DE UN VISIONARIO

                                   Manuel Jiménez de Parga (1929-2014)

• Todavía la ciudadanía española no había empezado a mostrar su hartazgo y su desprecio hacia la casta política corrupta y cleptómana; todavía la ciudadanía no había acampado en los espacios públicos de toda España, dando lugar al Movimiento del 15M (2012), para reivindicar una democracia más participativa y una auténtica división de poderes; todavía el Movimiento del 15M no se había organizado en Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, que fue presentado en sociedad en 2014. Ahora bien, algunos años antes de todo esto (el 2 de julio de 2008), en una conferencia pronunciada en el Colegio de Abogados de Barcelona, el profesor y ex-magistrado del TC, Manuel Jiménez de Parga, vaticinó con su verbo profético el cataclismo que se va a producir en la vida política española, en los próximos meses, como consecuencia del desprestigio, de la incompetencia y de la prostitución de la casta política española. Por eso, hoy, casi siete años después,  voy a sintetizar el contenido de su lúcida conferencia, que versó sobre un tema de rabiosa actualidad y de una trascendencia capital para la higiene, la salud y la regeneración de la vida política española: “El presidencialismo encubierto o la transformación de un régimen político”.

• El profesor M. Jiménez de Parga empezó su disertación citando varios artículos de la Constitución Española vigente, según los cuales nuestro régimen político es un régimen parlamentario (art. 1.3. “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”; art. 66.2. “Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución”; art. 101.1. “El Gobierno cesa tras la celebración de las elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente”). Según estos preceptos, el poder reside en las Cortes Generales, de las que se derivan el Gobierno y las demás instituciones.

• Ahora bien, a pesar de los preceptos citados y de las previsiones constitucionales, en la práctica, nuestro régimen político es más bien presidencialista: el poder tiene su sede en el Presidente del Gobierno, que hace y deshace e impone al Parlamento sus decisiones, y no en la sede parlamentaria. Esta transformación de nuestro régimen político no es un fenómeno exclusivo y característico de España. Se trata, más bien, de una metamorfosis generalizada en muchos países. Para explicar esta transformación (pasar de un “régimen parlamentario” a uno presidencialista), el profesor Jiménez de Parga aportó dos argumentos contundentes y convincentes.

• En primer lugar, citó el “tipo de partidos políticos” que existen en España. A lo largo de la historia ha habido diferentes tipos: partidos de notables, partidos de masas y partidos de electores. Sin embargo, en nuestro país, lo que existen hoy son “partidos de empleados”: partidos formados por afiliados que están a sueldo de la organización o que han conseguido o van a conseguir un puesto de trabajo, fruto de la conquista del poder (local, autonómico o nacional) por parte de los diferentes partidos en liza. Esto hace que los militantes y los elegidos en las diferentes contiendas electorales estén domesticados y sean sumisos a los dictados del jefe del partido o del Gobierno. M. Jiménez de Parga contrapuso los políticos de hace 30 años (personas que se ganaban la vida en actividades profesionales privadas, fuera y alejadas de la política) a la mayor parte de los políticos actuales de España (personas que no tienen oficio reconocido y que nunca se han ganado la vida fuera de la política; es decir, personas cuya biografía profesional se reduce a la vida en el partido). Y fue esta clase o casta política actual la que favoreció y propició el paso del régimen parlamentario al régimen presidencial.

• El otro argumento que milita a favor del presidencialismo es el “sistema electoral” imperante en nuestro país. Según el profesor M. Jiménez de Parga, nuestro sistema electoral se caracteriza por tres rasgos fundamentales.

• Por un lado, el Real Decreto-ley de 1977, que reguló las primeras elecciones, pero que tenía carácter transitorio y que pretendía reducir la “sopa de letras” de los excesivos partidos políticos, favoreció a los “partidos mayoritarios”. Cuando se votó la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, de 19 de Junio de 1985, lo que en un principio se dijo “que sería provisional” (para salir del paso) se consolidó y, por eso, hoy tenemos dos grandes partidos nacionales, que se reparten el uso-disfrute del poder. Este statu quo, que no favorece la representación de las minorías, no ha sido puesto en tela de juicio por ningún de los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP), a pesar de la desafección de una parte cada vez más importante del electorado ante el bipartidismo imperante.

• Otro rasgo definitorio de nuestro sistema electoral son las “listas  cerradas y bloqueadas”, elaboradas por la cúpula de los partidos para que los candidatos fieles y sumisos al “jefe”, pero no los más preparados, puedan ganarse la vida. De ahí el nivel de preparación y de formación deficiente de la mayor parte de los componentes de los distintos Parlamentos (tanto del nacional como de los autonómicos). Ante este estado de cosas, el Profesor M. Jiménez de Parga se preguntó si las “listas abiertas” podrían ser la solución. Para él, esta alternativa no siempre ha dado los resultados deseados y esperados. Por eso, él preconizaba la solución adoptada por el sistema electoral alemán, que funciona positivamente: los votantes utilizan dos papeletas (una con una lista cerrada y la otra abierta).

• Finalmente, el último rasgo distintivo de nuestro sistema electoral se refiere a los “gastos excesivos” de las numerosas campañas en España. A los partidos les faltan medios económicos y estos gastos  hay que pagarlos y alguien tiene que hacerlo. Y los que los han sufragado (los poderes económicos: bancos y empresas varias) pasan después religiosamente la factura, lo que distorsiona y perjudica el funcionamiento democrático tanto de los partidos como de los Parlamentos y de los Gobiernos. El profesor M. Jiménez de Parga ilustró esta dependencia de los poderes económicos con una anécdota de su etapa de ministro de uno de los Gobiernos de UCD (se tomaron ciertas medidas a favor de las compañías eléctricas para resarcirlas por las ayudas recibidas para financiar la campaña electoral de UCD).

• A pesar de los efectos indeseables del funcionamiento y del papel de los partidos políticos, el profesor Jiménez de Parga no estaba contra los partidos políticos sino contra estos partidos políticos, que gobiernan en beneficio propio y en beneficio de la casta política (“Hoy, por mí; mañana por ti”, reza el refrán). Ahora bien, para el visionario M. Jiménez de Parga, un mundo nuevo estaba surgiendo gracias al desarrollo tecnológico: teléfonos móviles, Internet, periódicos digitales, medios de desplazamiento espacial cada vez más rápidos, más cómodos y más baratos. Y, según él, los problemas políticos, consecuencia de un “presidencialismo encubierto” y de un “bipartidismo autista”, podrían tener solución si se hace un buen uso de estos nuevos medios modernos.

• Este mundo nuevo está ya aquí. Y Podemos, despacio pero sin pausa, y en muy poco tiempo, ha sabido utilizarlos y ha conseguido crear la “masa crítica” (cf. la “teoría del mono número cien”), que va a poner patas arriba el panorama político español. De nada servirán las campañas de desprestigio de sus líderes por parte de ciertos medios de comunicación “apesebrados” y de los “todólogos” de servicio. La ciudadanía está harta, no aguanta más y lo que ha hecho desbordar el vaso de la paciencia no es una última gota de agua sino una lágrima más. “Alea iacta est” para la casta política.

© Manuel I. Cabezas González
2 de marzo de 2015
Publicado también en Crónica Global, Periodista Digital, Las Voces del Pueblo, Red de Blogs Comprometidos, Cerdanyola informa, La Tribuna del País Vasco y Periódico El Buscador.
www.honrad.blogspot.com

jueves, 6 de noviembre de 2014

DERECHO A DECIDIR vs DERECHO A DECIDIR EL 9N



 


· Hace algunas semanas, asistí a una reunión del Círculo de Podemos en el Ateneo de Cerdanyola del Vallès. El orden del día tenía un único punto: “el derecho a decidir o no el 9N” en Cataluña. Cada uno de los presentes fue dando su opinión y todos los asistentes, menos uno, se manifestaron de acuerdo con el derecho a decidir el próximo 9N por parte de la ciudadanía catalana. Ante esta casi unanimidad de los asistentes, introduje en el debate la dicotomía “derecho a decidir” vs “derecho a decidir el 9N” e invité a los presentes a reflexionar sobre estos dos derechos, al tiempo que expuse mi punto de vista.

· El pasado domingo, 2 de noviembre, tuvo lugar, en el teatro municipal La Sala de Rubí, una asamblea de Podemos a la que asistieron unos 580 representantes de los círculos que funcionan en Cataluña. Y, según los medios de comunicación, los asistentes manifestaron la misma posición que los que estaban presentes en la reunión del Ateneo de Cedanyola: “la versión catalana, Podem, se reafirma en el derecho a decidir de los catalanes el 9N, pero mantiene una postura neutral respecto a la independencia”, aspecto que habría que discutir con los compañeros que configuran Podemos (cf. El Periódico, 3.11.2014). De todos modos, según uno de sus portavoces, “para Podemos la prioridad es el programa social que plante cara a la ‘prepotencia y al inmovilismo’ del PP”.

· Ante la proximidad del 9N y ante el punto de vista coincidente de los círculos de Podemos de Cataluña, me permito exponer aquí mi punto de vista tanto sobre el derecho a decidir, ya que una cosa es el “derecho a decidir” y otra muy distinta el “derecho a decidir el 9N”, como sobre la “prioridad del programa social”.

· Derecho a decidir”. Creo que nadie, si es realmente demócrata y si nos dejamos guiar única y exclusivamente por la razón y el sentido común, puede estar en contra del derecho a decidir. En la democracia formal española, que no real, se nos ofrece la posibilidad de decidir y de elegir periódicamente a las personas que —a nivel municipal, autonómico o nacional— deben ocuparse de la gestión de la “res publica”. Además, en nuestra vida privada, en la medida en que podemos decidir y elegir aquello que creemos más conveniente para nosotros, somos auténticos ciudadanos libres. Por lo tanto, el derecho a decidir es un derecho fundamental y la prueba del algodón en una genuina democracia; y ningún auténtico demócrata puede posicionarse en contra.

· Derecho a decidir  el 9N”.  Ahora bien, el “derecho a decidir el 9N” es harina de otro costal. Querer votar el 9N, a la brava, sin las garantías legales necesarias, que den fiabilidad a los resultados, como defienden los círculos de Podemos de Cataluña, no es de recibo. A no ser que Podemos-Cataluña haya decidido romper la baraja, tirarse al monte y llegar al poder saltándose a la torera la legalidad vigente. Esta posición es algo que desmiente, hasta el momento presente, el comportamiento de la cúpula de Podemos al haberse presentado a las elecciones europeas y al estar preparando las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales, siempre dentro del marco legal en vigor. Por su comportamiento, Podemos acepta, sigue y aplica la receta propuesta por Torcuato Fernández Miranda para pasar de la dictadura franquista a la democracia formal actual, que él resumió lacónicamente con estas palabras: “hay que ir de la ley a la ley”. Por eso, me llama poderosamente la atención que, en Cataluña, los Círculos de Podemos estén masivamente por el “derecho a decidir el 9N”, burlándose de la legalidad vigente. Esto denota una nítida contradicción entre el punto de vista de los círculos de Cataluña y la praxis de la cúpula de Podemos y de los círculos del resto de España.

· El “Programa social”. Además, la posición de los Círculos de Podemos de Cataluña sobre el “derecho a decidir el 9N” parece estar en contradicción con la prioridad de esta joven formación política: “el programa social”. Esta prioridad es exigida urgentemente por el despilfarro de recursos, por la corrupción y por las consecuencias de la crisis económica: paro, pobreza galopante, malestar creciente y desesperado, recortes y más recortes en sectores vitales para el Estado del Bienestar (educación, sanidad, servicios socales). Podemos, si no quiere defraudar, como los partidos de la casta política, a los ciudadanos que, según la última encuesta de El País (2 de noviembre), están dispuestos a darle la mayoría parlamentaria, debería centrarse en los problemas reales de los ciudadanos (crisis, paro, políticas sociales, sanidad, educación, etc.) y no dedicarse a lo que se dedican los de la casta política: a parlotear sobre cosas que no interesan a los ciudadanos, a llevárselo crudo y a vivir con el sudor de los de enfrente

· Hacer hincapié y centrarse en los verdaderos problemas de los ciudadanos de Cataluña (el programa social) permitirá a Podemos hacer política verdadera y hacerla de otra forma. Así se alejará de los comportamientos de los partidos de la casta, que han olvidado que, en política, lo único importante son las personas, como decía aquel eslogan olvidado por C’s, una vez que ha empezado a degustar las migajas del poder con algunos diputados en el Parlament;  y que se debe ir a la política para servir a los ciudadanos y no para servirse de ella en beneficio propio. Por eso, a los que quieren decidir el 9N, se les puede decir lo que verbalizó el torero Rafael Guerra Bejarano, más conocido como Guerrita: “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”. Por otro lado, querer conculcar la legalidad sin esperanzas de validar la consulta de pacotilla o de la señorita Pepis, como la califican algunos, es contribuir a crear una gran decepción y una gran frustración, y a encrespar a los ciudadanos. ¡Y esto es muy grave!

© Manuel I. Cabezas González
Publicado en Crónica Popular, Las Voces del Pueblo, la Red de Blogs Comprometidos y Bembibre Digital.
4 de noviembre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

¿HACIA DÓNDE Y PARA QUIÉN REMA SCC?


· El pasado 12 de octubre, como cada año, se celebró en la Plaza de Cataluña de Barcelona la tradicional jornada de la Fiesta Nacional de España. Miles de ciudadanos acudimos a la cita, como concluye en un excelente artículo Clemente Polo, para preservar la libertad, la concordia y la prosperidad de los catalanes”, puestas en entredicho por los talibanes secesionistas. Al día siguiente de la efeméride, en el Foro de los Constitucionalistas, más de un forero, después de subrayar la importancia numérica de los manifestantes, afirmaba que “hubiéramos podido ser más numerosos” en la Plaza de Cataluña  y calles adyacentes. En efecto, hubiéramos podido ser más e incluso más que ellos, aquellos que se tiraron al monte y que se pasan la legalidad vigente, cuando les conviene, por el "forro de sus caprichos", como hubiera dicho José Mª García.

· ¿Qué sucedió para que no hayamos sido tan numerosos como algunos hubieran deseado? Para responder a esta pregunta, de una forma objetiva y convincente, observemos y analicemos el pre-12 de octubre. Ellos, los que se tiraron al monte y que quieren la independencia, sí o sí, están todos unidos bajo las siglas ANC (Asamblea Nacional Catalana) y Omnium Cultural. De ahí los éxitos de sus convocatorias: la Marcha por la Independencia, de junio a septiembre de 2012; la cadena humana del año pasado, que atravesó, de norte a sur, el territorio de Cataluña, encadenándolo con lo que ellos llaman la Cataluña Norte y la Cataluña Sur; la “be baixa” o española V de este año; y los innumerables actos festivos, simbólicos y reivindicativos en todo el territorio catalán, desde el 2012. Sin embargo, nosotros, el colectivo respetuoso con el marco legal, ante estas movilizaciones, no abrimos la boca y cuando lo hacemos, como fue el caso el último 12 de octubre, estuvimos divididos o, más bien, habría que decir que algunos sembraron la discordia y la división entre aquellos que nos sentimos catalanes y españoles, tanto monta, monta tanto. Me explico, desvelando y denunciando los tejemanejes  del pre-12 de octubre de este año.
· Los actos del 12O de este año, en la Plaza de Cataluña, fueron monopolizados y protagonizados por Sociedad Civil Catalana (SCC) que, en un primer momento, los había programado en el Paseo de San Juan, en torno al Arco de Triunfo. SCC es una recién llegada al activismo para la defensa de la unidad de España. Tiene menos de un año de vida, ya que nació el pasado 23 de abril, día San Jorge. Ahora bien, llegó con un pan debajo del brazo, con todos los parabienes mediáticos (algunos de sus miembros han estado presentes machaconamente en muchos medios: TV, radios y prensa), políticos (los representantes de SCC fueron recibidos por Mariano Rajoy, en la Moncloa, y por otros miembros de la casta política de acá y de acullá) y también crematísticos (le llovió una financiación a espuertas de ciertos partidos; se trata de aquéllos  que invirtieron recursos para poder tomar la palabra en la plaza de Cataluña y sacar réditos electorales del acto: PP, C's y UpyD. Todo muy ¡¡¡RRRaro, rrraro, rrraro!!!, como hubiera dicho el Dr. Iglesias Puga, el progenitor de nuestro Julio de España.
· Con estos avales y estas connivencias, SCC entró en la dinámica de la preparación de los actos del 12 de octubre como un elefante en una cacharrería y como Pedro por su casa. Y partió las peras, dinamitando los puentes, unilateral y torticeramente, con todas aquellas asociaciones y plataformas que, en los últimos años, se batieron el cobre para organizar los actos del 12O. Digamos que hablo, como hubiera dicho Javier Sabina, de Convivencia Cívica Catalana, del Movimiento Cívico 12O, de Somatemps, de Profesores por el Bilingüísmo y, entre algunas más, del Movimiento Cívico d’Espanya i Catalans que, me consta, ha sido el principal dinamizador e implicado en pos del éxito de la citada convocatoria.

· En el proceso de preparación de los actos del 12O, SCC ninguneó y marginó sistemáticamente a todas estas organizaciones. No respondió ni a las llamadas telefónicas ni a los correos electrónicos de éstas o lo hizo con mucha demora; llamadas y correos que pretendían sólo potenciar las sinergias en defensa de la unidad de España. Estas organizaciones tampoco pudieron tomar la palabra en la Plaza de Cataluña, ni fueron mencionadas en los “parloteos de loros” de los que intervinieron. Además, tampoco figuraban en la cartelería de la convocatoria de los actos del 12O. Sin embargo, todas, pensando sólo en dar una imagen de unidad y preocupadas sólo por el éxito de la jornada, hicieron de tripas corazón y cedieron a SCC el espacio de la Plaza de Cataluña, que habían solicitado previamente. En efecto, disponían ya de los permisos pertinentes, como fue el caso de las acreditaciones en favor del Movimiento Cívico d’Espanya i Catalans. Y además hicieron valer su poder de convocatoria para drenar ciudadanos hacia el corazón de Barcelona, consiguiendo colapsar la plaza de Cataluña. Estos son hechos, esto es generosidad, altura de miras y no perder de vista el objetivo de la jornada festiva y reivindicativa: defender la unidad de España altruistamente.

· Durante la preparación y el desarrollo de esta jornada,  se puede aseverar que SCC, por sus actos y por su actitud, ha utilizado, y parece que aún sigue utilizando, el instrumento empleado por los romanos para doblegar a todos los pueblos ribereños del Mare Nostrum: “Divide y vencerás”. En efecto, en vez de venir para unir y sumar, SCC ha llegado para dividir; y por consiguiente, para debilitar y fragilizar el movimiento de aquellos que estamos por la defensa de la unidad de España desde hace muchos años. Si SCC no hubiera utilizado el sectarismo, si no sufriera el síndrome de Narciso, si hubiera buscado ante todo la unidad, si…, si…, seguramente hubiéramos necesitado varias plazas de Cataluña para poder contener a los que nos sentimos españoles y catalanes o catalanes y españoles.

· Dicho todo esto, yo me pregunto e invito a mis lectores a que se pregunten: 1. ¿Hacia dónde y para quién rema SCC? 2. ¿Por qué los partidos de la casta (PP, C’s y UPyD, auténticas “Granjas Orwellianas”) han puesto toda la financiación (huevos) en el nido de SCC, despreciando la experiencia y el poder de convocatoria de las organizaciones que he citado ut supra? 3. ¿Acaso SCC es una lanzadera, como lo fue en su día la Asociación de Ciudadanos de Cataluña (para el  partido C’s) o Plataforma Pro (para UpyD)? 4. ¿O acaso SCC es la “quinta columna” o el caballo de Troya para acabar con los movimientos ciudadanos, que están decididos, cada vez más, a dar la puntilla a la desprestigiada y corrupta casta política española? 5. O… 6. O…

· Perseverar en el error es cosa de necios. Por eso, si actúa con buenas intenciones, SCC debería hacer lo que hacen los sabios: rectificar. La coyuntura actual, creada por los que se han tirado al monte, y el futuro próximo (9N y el día 6 de diciembre, día de la Carta Magna, la “madre de todas las leyes”) proporcionan a SCC la ocasión de entonar su “mea culpa” y hacer propósito de enmienda. Sé de buena tinta que, a pesar del malestar descrito en mi texto, se van a iniciar, si no se han iniciado ya, conversaciones entre SCC y Movimiento Cívico d’Espanya i Catalans, tendentes a conseguir la unidad de acción y la búsqueda de sinergias de todas las organizaciones cívicas ocupadas y preocupadas por la unidad de España. La unión hace la fuerza, como dice la sabiduría popular. De este entendimiento sólo se pueden esperar beneficios para todos los ciudadanos que nos sentimos catalanes y españoles o españoles y catalanes.

© Manuel I. Cabezas González
Publicado también en Cerdanyola Informa, Periodista Digital, Las Voces del Pueblo, Red de Blogs Comprometidos y Tribuna del País Vasco.
18 de octubre de 2014

sábado, 27 de septiembre de 2014

DEL NEGOCIO DE LA SEGURIDAD




                                                                                                    El arma delatora y desenmascaradora

· Desde finales del siglo XX y en diferentes países occidentales, el terrorismo se ha manifestado reiteradamente de forma sangrienta. Sin ánimo  de ser exhaustivo, debemos citar el terrorismo secular de ETA que sembró el dolor en numerosas familias españolas de todo tipo y condición. También, se debe hacer referencia a los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Además, no se deben olvidar los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, así como los del metro de Londres del 7 de julio de 2005. A esta lista inconclusa de atentados terroristas indiscriminados habría que añadir los numerosos atentados en el Próximo Oriente, que ponen en entredicho la  Alianza de Civilizaciones tan del gusto de ZP y que denotan claramente un Enfrentamiento de Civilizaciones.

· Todos estos atentados han producido miles de muertos, miles de heridos y sufrimientos sin cuento. Además, han generado también un temor generalizado en todo el mundo y, en particular, en los países occidentales, lo que ha propiciando la adopción de obsesivas medidas de seguridad y la declaración de la “guerra contra el terrorismo” por parte de EE. UU. y de sus aliados. Ahora bien, estas medidas han alterado, en general, las tradicionales políticas internacionales y domésticas de seguridad y, en particular, de la seguridad aérea. En  efecto, viajar en avión es hoy un calvario para los viajeros, que deben llegar al aeropuerto con mucho tiempo de antelación para pasar bajo las horcas caudinas de los arcos de seguridad, para permitir escanear sus equipajes, para ser cacheados, ellos y sus equipajes, y para dejarse incautar cualquier objeto (cortaúñas, pinzas de depilación, etc.), que pudiera ser utilizado como arma asesina, o cualquier recipiente (botella de agua, gel de afeitar, frascos de perfume, after-shave, cremas, dentífricos, etc.), que pudiera contener alguna sustancia explosiva.

· Ahora bien, ¿todo esto son medidas y precauciones que velan por la seguridad de los pasajeros o hay gato encerrado y es una coartada para, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, conseguir objetivos inconfesables, que no tienen nada que ver con la seguridad? Creo, más bien, que las medidas de seguridad aeroportuarias citadas, así como las adoptadas en los edificios oficiales, tienen muy poco que ver con la seguridad y son simplemente una línea de negocio más para que ciertas personas —amigas o testaferros de algún miembro de la casta política— se forren a costa del erario público, de los viajeros y de los ciudadanos. Para ilustrar y apoyar esta aseveración, voy a relatar tres vivencias personales recientes, que llevan el agua al mismo molino: el negocio lucrativo de la seguridad, pero que no proporciona seguridad a los ciudadanos.

· Informo a mis lectores que, vaya a donde vaya, siempre llevo en bandolera un bolso de cuero de vaca, que merqué en el barrio de Plaka de Atenas hace más de 25 años, al regresar de uno de mis numerosos viajes a Grecia. Es un bolso en el que llevo siempre algún libro, algunos folios y un moleskine para tomar notas, así como una agenda. En un bolsillo lateral del mismo, nunca falta un bolígrafo, algún rotulador, un lápiz  y también una navaja “made in France” Opinel (cf. mensaje icónico ut supra): 7cm. de hoja y 9 cm. de empuñadura; en total, 16 cm. de “en-verga-dura”, como hubiera dicho el presunto delincuente, para la justicia, o el delincuente recalcitrante, para el pueblo llano, Iñaki Urdangarín, el Duque Em-Palma-do.

· El pasado 6 de mayo de 2014, a las 10 de la mañana, acompañé a una amiga a la Inspección de Trabajo de Barcelona, sita en Travesera de Gracia, 2. En la entrada del edificio, un agente de seguridad privado nos invitó a depositar nuestras carteras y bolsos de mano en el tapiz del escáner, que se los tragó sin detectar la presencia de mi peligrosa navaja Opinel, al tiempo que nos hizo pasar bajo el arco de seguridad. Hechas las gestiones previstas en la Inspección de Trabajo, mi amiga me acompañó al aeropuerto de Barcelona, donde tenía que coger un avión rumbo a Valladolid, en compañía de un amigo arquitecto, Ramón Auset. De nuevo, streaptis parcial, paseo obligado bajo el arco de seguridad y escaneado de mi equipaje de mano, bajo la mirada desconsiderada, bravucona y chulesca del jefe de seguridad privada, que no tuvo empacho en privarme de la pasta de dientes, del gel de afeitar y del after-shave. En el viaje de vuelta de Valladolid, el 8 de mayo: misma liturgia e idénticos resultados. A la ida y a la vuelta, los medios humanos y técnicos de los dos aeropuertos no detectaron mi amenazadora Opinel. En fin, en la segunda quincena del mes de agosto, durante mis vacaciones en un pueblo del Bierzo Alto, Almagarinos, tuve que dirigirme a la Delegación de Castilla y León en Ponferrada para realizar unas gestiones. A la entrada de la Delegación, me encontré con el mismo escenario: vigilante de seguridad privado, arco de seguridad y escáner; y el mismo resultado: ni el uno ni los otros detectaron mi temible Opinel.

· Los hechos narrados son tozudos. La reiteración de los mismos, en tan corto espacio de tiempo, pone de manifiesto que la seguridad en los aeropuertos y en los edificios de los organismos públicos tiene más agujeros que un queso gruyer. El Estado no ha habilitado ni las medidas, ni los medios técnicos operativos y eficaces para garantizar la seguridad. Y para más INRI ha hecho dejación de una de sus funciones fundamentales, al poner en manos de empresas privadas, que buscan siempre el beneficio económico, la obligación de velar por uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos: la seguridad. Además, con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana (aprobada el 10 de julio de 2014), se limitarán aún más las competencias de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Si yo he podido pasar tres controles, en tres lugares diferentes, con mi amenazadora Opinel, uno se pregunta si, como repite la casta política privatizadora, la empresa privada ofrece realmente una mejor seguridad y más barata. Los hechos demuestran que no. Entonces, ¿por qué la casta política gobernante o la que ha gobernado en el pasado han privatizado y siguen privatizando la gestión de la seguridad de los ciudadanos españoles?

· Como he sugerido ut supra, la privatización de la seguridad (como la privatización de otros servicios o empresas estatales) es una oportunidad de negocio más, amañada entre los miembros de la casta política y sus testaferros o amigos, con el único objetivo de amasar dinero, sin prestar, en contrapartida, un servicio real y efectivo. Están en la mente de todos los numerosos casos de miembros de la casta política, que han hecho de la gestión de la res publica su particular modus vivendi y que toman decisiones pensando, no en el bien común, sino sólo en el beneficio de sus futuros empleadores. En efecto, éstos, gracias a la “puerta giratoria”, los van a acoger en sus empresas, al terminar sus vidas políticas, como recompensa por los servicios prestados. Ante estos hechos y comportamientos, es lógico que, en sus investigaciones sociológicas periódicas,  el CIS constate que, para los españoles, la casta política no es la solución a los problemas que aquejan a España sino, después del paro-crisis económica, el problemas más importante. Por eso, como he escrito en otro lugar y preconiza también Podemos, “casta política delenda est”.

© Manuel I. Cabezas González
Publicado en Bembibre Digital, Cerdanyola informa, La Tribuna del País Vasco y elespiadigital.com.
24 de septiembre de 2014