lunes, 25 de julio de 2011

REUNIÓN DE PASTORES, OVEJA MUERTA

• ¡Qué preñado de sabiduría está el refranero popular en todas las culturas! Éste recoge el legado, principalmente oral, de nuestros antepasados y nos trasmite valores y verdades intemporales, que tienen vigencia en todo tiempo y lugar. Los refranes —esas píldoras de sentido común, de sabiduría y de cultura popular y tradicional— son tesoros lingüísticos, que no debemos abandonar ni arrinconar en el desván del olvido. Debemos, más bien, sacarlos a pasear y reivindicarlos, para que sean faro y brújula de nuestros comportamientos.

• Hoy traigo a colación el refrán que he utilizado para titular esta reflexión: “reunión de pastores, oveja muerta”. Con esta joya de la cultura popular, se da a entender que cuando los miembros de un grupo, especialmente si son poderosos y/o influyentes,  se reúnen para analizar un problema y adoptar soluciones,  éstas nunca irán en perjuicio de ellos (que constituyen una minoría) sino en perjuicio de los demás (la mayoría de la ciudadanía). Además, con este refrán se critica el hecho de que unas personas con intereses en un asunto sean las que tomen decisiones sobre el mismo, ya que son, a la vez, juez y parte. Y finalmente, también sirve para criticar a un pequeño grupo de personas que se reúnen para tramar, con premeditación y alevosía, algo contra algo o alguien.

• Así, por ejemplo, ante la crisis que padecemos y los dramas que ha causado, causa y causará aún, se celebran periódicamente reuniones de grandes banqueros; o de grandes empresarios; o de las cúpulas sindicales; o de los irresponsables políticos, tanto nacionales como internacionales; o de los unos con los otros; o de los otros con los unos. Ha habido y hay una pandemia de “reunionitis” aguda. Y, ¿creen Uds. que la gente de la calle, el ciudadano corriente y moliente,  saldrá beneficiado con las decisiones que se tomen en estos contubernios? ¿O, más bien, los ciudadanos de a pie seremos los paganos, los chivos expiatorios de los desaguisados cometidos por aquellos que detentan el poder económico, financiero, político, mediático, cultural,… tanto a nivel internacional como nacional, autonómico o municipal? Sinceramente, lo que creo es que, como dice la sabiduría popular, “reunión de pastores, oveja muerta”.

• Estos encuentros mono-sectoriales o poli-sectoriales son los modernos “patios de Monipodio” (reunión de pastores), en los que se programa y se planifica el desvalijamiento de las haciendas y de las economías domésticas de los simples ciudadanos (oveja muerta), que se ganan la vida con el sudor de su frente y no con el sudor del de enfrente. Por eso, la mayoría de los ciudadanos (las ovejas) son cada vez más pobres y están más desvalidos, mientras otros (los pastores) son cada vez más ricos y poderosos, ante el silencio, la mansedumbre, la placidez, la idioticia y el pasotismo lanares de los primeros (cf. El ‘nuevo’ Rey de la Lana).

• El Movimiento del 15M pareció reaccionar contra este estado de cosas pero, después de un mes y pico de euforia regeneradora y transformadora, parece que las aguas de lo políticamente incorrecto han vuelto al cauce de lo políticamente correcto. En efecto, la casta política de los partidos al uso ha impuesto, de nuevo, su lógica partidista, para continuar asegurándose el cubil y el pesebre.  Y para eso, ha contado con la connivencia y con la ayuda de los medios de comunicación, que son, más bien y en la mayoría de los casos, medios de manipulación, que permiten que sea una realidad lo de “reunión de pastores, oveja muerta”. 

• ¿Cómo salir de esta lógica infernal y perversa, que condena a la ciudadanía al estado de subyugación y de esclavitud? ¿Quién es y dónde está el Moisés que debe conducir a la ciudadanía, de Egipto (la crisis sistémica) hacia la “tierra prometida” (el bienestar y la felicidad de los ciudadanos)? Desde luego, no es ni está en la casta política tradicional, que ha llegado a la política para servirse de ella, pero no para servir a la “res publica”.  Por lo tanto,  ¿quién debe pilotar la gestión y la salida de la crisis, ante el fracaso de los políticos y la desvergüenza del poder financiero? La respuesta a esta pregunta será materia para una nueva cogitación.

Manuel I. Cabezas González
m.ignacio.cabezas@gmail.com
24 de julio de 2011
Publicado en Cerdanyola.Info, Leonoticias.com, Bierzo7 y periodicoelbuscador.com.

1 comentario:

  1. Tienes razón, Manuel. Pe la respuesta ha de ser individual, no colectiva en contra de lo que se piensa. Cada ciudadano debe ser dueño de sus propio destino. Hay que evitar la depedencia de "papá Estado" y la subvenci´ñon permanente. Solo cuando nos demos cuenta de que somos nosotros trabajando más y mejor (por el mismo precio -o menor-) empezaremos a cambiar el mundo. Los políticos lo hacen a su medida. Los que venimos de pueblo, los que tuvimos que emigarr desde los 12 años sabemos muy bien que en una sociedad capitalista nadie te regala nada y hay que trabajar muchísimo simplemente por sobrevivir. Lo malo es que nos hemos acostumbrado al gratis total... Y eso con la crisis se ha acabado.

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