jueves, 17 de julio de 2025

En Cataluña, enseñanza del árabe y de la cultura marroquí, SÍ; enseñanza del español y de la cultura española, NO.

 

Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM)

En los últimos meses, algunos medios se han hecho eco de la implantación, en centros escolares de Cataluña y de algunas otras CC.AA., del “Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí” (PLACM). Este programa es el resultado  de una serie de “Convenios de Cooperación Cultural entre el Gobierno de España y el Gobierno de Marruecos” (1980, 1985 y 2012), cuya implementación y consolidación se llevó a cabo, a partir de 2013, en la España donde hay una concentración de inmigrantes marroquíes. En efecto, hoy, los PLACM se imparten ya en 394 centros educativos de primaria y secundaria de toda España. El mayor número está en Cataluña: 125, lo que representa el 2,27% de los centros escolares catalanes

El Gobierno marroquí selecciona (sin ningún control ni supervisión del Gobierno español), nombra y retribuye económicamente al profesorado, proporcionando también el material pedagógico necesario, a través de la Fundación Hassan II. Por su parte, el Estado español se encarga de facilitar las aulas, a través de las CC.AA. La fundación precitada es, además, la encargada de enviar —por supuesto, sin control, en el caso de España— imanes (guías espirituales) a los países europeos, donde hay comunidades musulmanas. Y entre aquellos se han dado casos de yihadistas terroristas (caso Ayman Adlbi).

El PLACM es impartido bien fuera del horario escolar obligatorio, como actividad extraescolar voluntaria —en la mayoría de los centros (96,72%), donde está implantado— o bien dentro del horario lectivo obligatorio (3,28% de los centros). Y, tanto en un caso como el otro, las evaluaciones son incluidas en los boletines de calificaciones escolares.

Con el PLACM se pretende enseñar, de manera voluntaria, la lengua árabe y la cultura marroquí a alumnos inmigrantes, procedentes de Marruecos (y también a alumnos españoles que lo deseen), desde 3º de primaria hasta 4º de ESO (de los 9 a los 16 años). Con estas enseñanzas se intenta, por un lado, salvaguardar la identidad lingüística y cultural de los hijos de los inmigrantes marroquíes, para que puedan vivir en su cultura y en su lengua, pero respetando y aprendiendo también la lengua y la cultura del país de acogida. Y, por el otro, contribuir a garantizar la inserción escolar y sociocultural de los hijos de los inmigrantes marroquíes en España, al empoderarlos con su lengua materna y su cultura.

Clases Complementarias de Lengua y Cultura Españolas para los Hijos de los Emigrantes Españoles

Los PLACM (cf. ci-dessus) y las “Clases Complementarias de Lengua y Cultura españolas para los Hijos de Emigrantes Españoles” en Francia y otros países de Europa con importantes concentraciones de inmigrantes españoles se parecen como dos gotas de agua. Hoy, estas clases se denominan “Agrupaciones de Lengua y Cultura Españolas” (ALCE). Voy a hablar de ellas no de “oídas” ni de “leídas”, sino a partir de mis vivencias personales (*), como profesor que fui en Francia, durante 8 años, en Bobigny, localidad donde se crió Kylian Mbappé.

Estas clases complementarias fueron fruto de convenios hispano-franceses. El Gobierno español seleccionaba, nombraba y remuneraba al profesorado (profesores de EGB y de BUP). Además, proporcionaba el material didáctico (libros de texto de lengua-literatura e historia y geografía españolas), utilizado en España en estos niveles educativos. Este material fue considerado inadecuado tanto por profesores como por padres y asociaciones de padres para enseñar y aprender lo que había que enseñar y aprender. Por eso, en Francia, una comisión, de la que formé parte y coordinada por el catedrático Antonio Quilis, elaboró un material didáctico específico: “¡Vamos a España! - I, II y III”).

Por su parte, el Gobierno francés proporcionaba las aulas donde se impartían estas enseñanzas. La mayoría de las clases tenía lugar fuera del horario escolar, como actividad extraescolar, a partir de las 5 de la tarde o el miércoles o el sábado, días no lectivos en Francia. Pero las calificaciones no eran recogidas en los boletines de notas de los centros. Sólo, en algunos casos, en el marco de las “secciones internacionales”, estas clases se impartían durante el horario lectivo oficial.

Con estas clases complementarias de lengua y cultura españolas, se pretendía mantener los vínculos culturales y lingüísticos con España, pensando en un futuro retorno a España y así poder asegurar la continuidad en los estudios. Además, fueron una forma de visibilizar y dar valor a la cultura y a la lengua de los inmigrantes españoles en la comunidad educativa y, así, empoderarlos. Y, por otro lado, haciendo honor al calificativo de “complementarias”, debían coadyuvar en la adquisición de la “lectura” y de la “escritura” en francés, para vacunarles contra el fracaso escolar  ya que, en el fondo, el mecanismo y la forma de proceder en la adquisición de estas dos competencias fundamentales e instrumentales coinciden en ambas lenguas (cf. enlaces).

 Las dos varas de medir y las contradicciones de la Generalidad

Como acabamos de ver, los PLACM no son una propuesta original. Fueron una práctica generalizada en Francia, donde había una gran concentración de inmigrantes españoles, portugueses, italianos, árabes etc. Se pensaba y aún se piensa, como subrayaban Rosa Sensat y Miquel Siguán, que la toma en consideración de la lengua materna de los alumnos contribuía a empoderarlos, a facilitar los primeros aprendizajes y a luchar contra la marginación y el fracaso escolares. Este fue el gran argumento de la Generalidad con su política educativa de la “normalización lingüística de la enseñanza del y en catalán”, iniciada desde antes del inicio de la Transición política.

Por eso, llama la atención la incoherencia y las dos varas de medir de la Generalidad de Cataluña con su política lingüística. En efecto, la coherencia de la Generalidad brilla por su ausencia. Por un lado, lo que permite y apoya con los PLACM, para la lengua árabe y la cultura marroquí, lo prohíbe para el español y su cultura: enseñanza del árabe y de la cultura marroquí, ; enseñanza del español y de la cultura española, NO. Ahí están la negativa a aplicar la sentencia firme del 25% de las enseñanzas en español y la marginación del español en todas las situaciones comunicación, bajo la amenaza real de multas contantes y sonantes.

Además, es obligado hacer referencia al chantaje al Estado español para que traspase las competencias exclusivas en inmigración a Cataluña, al rechazo firme a los MENAS y a la exigencia de tener un cierto nivel de catalán para conseguir el permiso de residencia. Si todo esto es coherencia, que venga Dios y lo vea.

(*) Manuel I. Cabezas González,  Las ‘Agrupaciones y las Aulas de Lengua y Cultura Españolas’ en Francia: una modalidad de enseñanza en vías de desaparición”, in José Carlos Herreras (Dir. ), L’enseignement de l’espagnol en France: réalités et perpectives, Presses Universitaires de Valenciennes, 2008, pp. 137-158.

© 2025 - Manuel I. Cabezas González

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 Publicado también en Insurgencia Magisterial, Alerta Digital, Voz Ibérica, Periodista Digital, Maestroviejo, Las Voces del Pueblo, Confilegal, Revista Rambla, La Tribuna del País Vasco y La Paseata.

16 de julio de 2025


domingo, 15 de junio de 2025

La gallina de los huevos de oro: el coche

  

Según la fábula de Esopo, “La gallina de los huevos de oro”, de la que La Fontaine y Samaniego hicieron sedas versiones, una pareja de granjeros constataron que una de sus gallinas ponía huevos de oro. Avariciosos, no quisieron esperar a la puesta diaria y, por eso, la sacrificaron para descubrir la mina de oro y conseguir, de una vez y “sùbito”, todo el oro que llevaba dentro. Así acabaron con la fuente que les producía abundancia, riqueza y felicidad. Y, como dice la sabiduría popular, la avaricia rompió el saco.  

Esta fábula y la moraleja subsiguiente permite ilustrar la política fiscal extorsionadora y extractiva del Ministerio de Hacienda, regentado por Mari “Chus” Montero. Esta  política usurpadora ha conducido ya a que más del 50% de nuestros ingresos sean expoliados por Hacienda con los numerosísimos impuestos. Y esto puede conducir, si no ha conducido ya, a una rebelión tributaria, no de los que estamos esclavizados a una nómina, aunque también, sino de los empresarios, que deslocalizan sus empresas o que se zambullen en la economía sumergida.

Veamos algunos datos generales de esta fiscalidad desvalijadora (cf. infra, el “populismo fiscal”). Y, por otro lado, analicemos minuciosamente, en particular, la fiscalidad relacionada con ese bien, que crece continuamente y que los consumidores renuevan periódicamente: el automóvil, auténtica gallina de los huevos de oro para el Ministerio de Hacienda.

 El “populismo fiscal”

Según un informe del Instituto Juan de Mariana (IJM), de noviembre de 2024, entre 2019 y 2023, el gobierno de Pedro Sánchez ha subido 81 veces los impuestos y/o las cotizaciones a trabajadores y/o empresarios. A pesar del bulo de que el Gobierno de P. Sánchez “ha llevado a cabo la mayor rebaja de impuestos de la historia”, Mari “Chus” Montero “dixit”, la subida implacable de impuestos/cotizaciones ha dado como resultado un saldo neto acumulado y positivo para Hacienda que ronda los 42.000 millones de euros anuales. 

Por otro lado, las rebajas fiscales (del IVA y del impuesto de hidrocarburos) han sido puntuales, en el contexto de la crisis inflacionaria del Covid 19, mientras que la subida de impuestos o los nuevos impuestos son permanentes, algo que es perjudicial y lesivo para el contribuyente y el consumidor. Por eso, España es el tercer país, después de Eslovaquia y Chipre, donde más ha aumentado la presión fiscal. En efecto, mientras que, en España, lo recaudado con el PIB ha crecido un 2,9, en el resto de la eurozona ha caído un 0,7 del PIB. Esto nos permite afirmar y afirmamos que, en España, se está produciendo una salvaje recaudación fiscal. En los 9 primeros meses de 2024, lo recaudado superó lo recaudado en todo el 2018. Y, por eso, podemos aseverar que Mari “Chus” Montero construye bulos y miente como una bellaca sobre la pretendida rebaja de impuestos.

La fiscalidad del choche, la gallina de los huevos de oro

En una entrevista, realizada por Eurico Campano en Periodista Digital TV, el pasado 30 de marzo de 2025, César Sinde —especialista en economía, motor y seguridad vial— desgrana y cuantifica los muy numerosos impuestos que gravan la compra, el uso o el no uso del coche.

A partir de los datos oficiales de la ANFAC/AEAT del Ministerio de Industria,  entre estos impuestos automovilísticos, abonados por los automovilistas en 2023, César Sinde enumera y cuantifica 15 figuras tributarias diferentes (IVA por compra de vehículo, impuesto de matriculación de vehículo nuevo, IVA del combustible, impuesto especial de hidrocarburos, impuesto de circulación municipal, impuesto de transmisiones patrimoniales de vehículos usados, IVA vehículos usados, impuesto de matriculación de vehículos usados, tasa de matriculación, permiso de circulación, tasa de cambio de titularidad de vehículos usados, impuestos por los seguros de los vehículos, IVA en talleres y recambios, y multas). A estas tasas se van añadiendo otros tributos: es el caso del impuesto por contaminación por CO2, vigente en Cataluña; las tasas por aparcamiento en zonas azules y verdes, por contaminación atmosférica y acústica. Y suma y sigue.

Por cada uno de estos 15 conceptos (cf. entrevista en el enlace), Hacienda ingresa cientos o miles de millones de euros, por un monto total, en 2023, de unos 40.000 millones. En esta cifra no están incluidas las multas de los 8.124 ayuntamientos que hay en España, así como las multas de tres CC.AA. (Cataluña, País Vasco y Navarra), que tienen transferidas las competencias de tráfico. En 2024, sólo la ciudad de Barcelona ingresó, por multas, nada menos que 100 millones de euros.

La última propuesta de la creatividad fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez es el impuesto/peaje por el uso de autopistas, autovías y carreteras (cf. Real Decreto 205/2025, de 18 de marzo). Con este nuevo impuesto Hacienda va a ingresar, a ojo de buen cubero, otros 49.000 millones de euros (si la media de una conductor es recorrer 35.000 km. anuales, multiplicados por 0,5 cm. por km., da 1.750€ por vehículo y año). Si multiplicamos este cociente (1.750€) por unos 28 millones de coches, obtenemos, tirando a la baja, esos 49.000 millones de euros de nuevos ingresos para Hacienda.

Ahora bien, con la recaudación de más de 40.000 millones de euros en 2023, que gravan ya el coche, no hay ninguna justificación para imponer peajes, por un monto de 49.000 millones de euros anuales para mantener las carreteras, abandonadas durante muchos años y cuyo estado actual deja mucho que desear en cuatro aspectos fundamentales (asfalto, señales verticales, pintura y barreras de contención), ni para construir nuevas carreteras.

En 2023, el Gobierno de Pedro Sánchez vendió a los conductores que no habría peajes y, menos aún, una subida de los existentes. Ahora bien, como es costumbre en Pedro Sánchez, donde dije digo, digo Diego. En efecto, a principios de este año, aprobó el Real Decreto 205/2025, de 18 de marzo, para imponer peajes en todas las vía de comunicación y así poder obtener de Bruselas un condicionado nuevo tramo de los fondos “next generation” (24.000 millones de euros). Y, ahora, que la UE exige el cumplimiento de la promesa del precitado Real Decreto, el Gobierno de Pedro Sánchez propala, “urbi et orbi”, el bulo de que lo exige la UE. Esto es trilerismo puro y duro, producto de la fábrica del fango sanchista.

Moraleja

Sánchez y su ministra Mari “Chus” Montero mienten como bellacos cuando hablan de bajada de impuestos o de imposición de peajes por imperativo europeo.  Son veletas que giran en función del viento (sus intereses). Para Sánchez y los suyos, cuando se necesitan recursos para equilibrar las cuentas o para hacer frente a gastos perentorios (por ejemplo, pasar del 1,28% del PIB actual al 2% o al 3% o al 5% para contribuir al rearme de la OTAN), la solución es simple y expedita: se inventan e imponen nuevos impuestos y/o se incrementan los que existen. Y problema resuelto, aunque esta decisión incremente el déficit y la deuda públicos, dejando un envenenado “regalito” a las futuras generaciones.

El Gobierno sanchista es un Gobierno derrochador y cleptómano,  y, por eso, se ve obligado a ser un Gobierno depredador y extractivo. Actuando así, va a acabar con la gallina de los huevos de oro: la paciencia de los contribuyentes (trabajadores y empresarios), avocándolos a la insumisión fiscal. Como son poco leídos e instruidos, no se han enterado, como creo que aseveró el emperador romano Valerio, que “a las ovejas (los contribuyentes) se les puede quitar la lana (la “pasta”, nunca mejor dicho), pero nunca la piel”. Como le sucedió a la gallina de los huevos de oro, el Gobierno de España puede acabar con ellas.

© 2025 - Manuel I. Cabezas González

https://honrad.blogspot.com/

 Publicado también en ÑTVEspaña, A Fons Vallès, Alerta Digital, La Paseata, Insurgencia Mgisterial, Las Voces el Pueblo, Periodista Digital, Voz Ibérica, Periódico El Buscador, Diario 16+, Diario de Santiago, Off The Record, La Tribuna del País Vasco, Revista Rambla y Catalunya Press.

15 de junio de 2025