jueves, 6 de diciembre de 2012

LA LETRA PEQUEÑA


 

· La esclavitud es la subordinación, la sumisión o la explotación totales de un ser humano por otro ser humano. El estatus de esclavo transforma al ser humano en un objeto o instrumento o máquina de producción y de enriquecimiento personal de otra persona. Esta explotación total del ser humano tiene orígenes distintos (vencidos en guerras, pueblos conquistados, deudas, etc.) y ha adoptado diferentes formas a lo largo de la historia. Sólo tres pinceladas.

· Entre los romanos, y esto quedó recogido en el Derecho Romano, si un ciudadano no pagaba sus deudas, el acreedor podía cogerlo y llevarlo, manu militari, ante el pretor, que ostentaba el poder judicial. Y si éste emitía un veredicto condenatorio, el acreedor podía vender al deudor en pública subasta para recuperar la deuda o forzarle a trabajar para él, el resto de su vida.

· En la Edad Media y durante varios siglos, los piratas y los berberiscos patrullaron todo el Mediterráneo secuestrando y convirtiendo en esclavos a los cristianos que surcaban el Mare Nostrum. Sin embargo, no los utilizaban para hacerles trabajar, sino para intercambiarlos por un suculento rescate crematístico. Este comercio humano fue tan importante y tan grave que, a finales del siglo XII y principios del XIII, surgieron dos órdenes religiosas (la Orden Trinitaria y la Orden de la Merced), con el objetivo de redimir, previo pago pecuniario, a los cristianos en manos de musulmanes y piratas, tanto monta, monta tanto. Un rescatado ilustre fue Miguel de Cervantes; por su libertad, los PP. Trinitarios pagaron, en 1580, 500 ducados de oro.

· En la actualidad, la esclavitud sigue existiendo, tanto en sus formas tradicionales (27 millones de esclavos), como en forma de 'nuevas esclavitudes'. Entre estas últimas, en países como España, está la modalidad de esclavitud propiciada y provocada por esos ladrones de cuello blanco, que tienen sus guaridas en esas modernas cuevas de Alí Babá, que son las entidades financieras y las compañías de seguros. ¿El medio utilizado? La letra pequeña de los contratos y documentos que presentan a sus clientes.

· Hace unas semanas, en una sucursal bancaria de Cerdanyola del Vallès, intenté abrir una cuenta corriente. Cuando el empleado me presentó el contrato de la misma, constaté que, en el clausulado del contrato, se había utilizado una tipografía tan pequeña, que lo hacía ilegible. Estaba escrito en lo que tradicionalmente se denomina letra pequeña. Reclamé un contrato más legible y cooperador (sin letra pequeña), pero la entidad financiera no pudo o no quiso entregarme un contrato ortodoxo y transparente (en tipografía tipo 12, que es el tipo estándar).

· Ante la constatación de este hecho, revisé los contratos de otras cuentas con otras entidades financieras y de distintos seguros (casa, coche, mutua de seguro médico) y, en todos, había un denominador común: todos estaban redactados en letra pequeña, ilegible y no-cooperadora. Ésta es la práctica habitual y generalizada de bancos y compañías de seguros: contratos en letra pequeña para que los clientes los firmen ciegamente, sin haberlos podido leer. Y después pasa lo que ha pasado con la basura financiera (créditos hipotecarios-trampa, preferentes, deuda subordinada, etc.) y con los seguros de todo tipo, productos comercializados por esos “tontos útiles” y cooperadores necesarios (el personal de tropa) de las sucursales bancarias o de las corredurías de seguros.

· En otra ocasión, analizaré el tipo de lenguaje utilizado en esta literatura opaca, farragosa y engañosa, que es un jeroglífico incomprensible, incluso para los propios comerciales de bancos y seguros. Hoy levantemos acta de lo que los lingüistas llamamos la “mise en page” (o edición o presentación material) de los contratos, en los que se utiliza sólo letra pequeña. Ésta, según la expresión tradicional, sirve para dar forma a las cláusulas secundarias de un contrato, que generalmente figuran en él en caracteres pequeños. Ahora bien, los contratos, que proponen a la firma las entidades financieras y las compañías de seguros, están redactados sólo en letra pequeña. ¿Por qué? La letra pequeña es el instrumento moderno para esclavizar, sine die, a los confiados clientes de hipotecas y/o de basura financiera y/o de seguros. En efecto, cada vez son más los poseedores de hipotecas que se están quedando sin sus viviendas, pero con la deuda del crédito hipotecario; son casi dos millones las familias que han puesto en entredicho sus ahorros de toda la vida; y todo ello a causa, entre otras cosas, de la letra pequeña, que los ha convertido en esclavos del siglo XXI.

· Ante todo esto, me he preguntado si los bancos y los seguros utilizan la letra pequeña en los contratos porque tienen inquietudes y conciencia ecológicas, porque piensan en el futuro de nuestro planeta y porque ponen en práctica el “principio de la sostenibilidad”: consumir menos papel e indultar, en consecuencia, miles o millones de árboles. No lo creo. Basta con tener en cuenta los resultados producidos con el uso de la letra pequeña: engaño, estafa y robo a los pequeños ahorradores. Más bien, creo que “la letra pequeña es pequeña para que no se lea”; más bien creo que “si la letra pequeña fuera más grande, leeríamos más y nos engañarían menos”. Ante el contrato que me presentó el comercial de la entidad financiera de Cerdanyola (cf. ut supra), yo me dije: “no sé si la letra es muy pequeña o yo necesito gafas”. Lentes ya tengo; ergo, la letra era pequeña.

© Manuel I. Cabezas González
30 de noviembre de 2012
Publicado en La Voz de Barcelona, eldebat.cat, Diálogo Libre, Cerdanyola al Día y El Bierzo Digital.

4 comentarios:

  1. Querido amigo, hay una forma, si se desea, se conocen los canales y se tiene ganas de luchar, para obligar ala Entidad Bancaria a redactar un contrato en letra, al menos de carácter 9, y un resumen del mismo en letra mayor, 10, 11... Esto viene recogido en una circular de obligado cumplimiento para las entidades bancarias y cualquier otro tipo de entidad: seguros, sociedades de cartera,compraventa, etc. su incumplimiento es suceptible de servir de reclamación y nulidad del contrato.
    Yo lo he practicado, y te aseguro que me han hecho un contrato como Dios manda, no porque les importase ni mi cuenta, ni mi prima ni mi compra, sino porque amenacé -despues de tener el contrato en mi poder, claro- con denunciarles. ¡Ahhhh, querido Manuel!, las amenazas sustentadas en conocimientos del asunto dotan de un poder inmenso para el conocedor y una desnudez increible para el malandrin.
    Un abrazo.

    Manuel Armenteros

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    1. Apreciado amigo, te adjunto la Orden de Turismo y Comercio donde aparece el asunto en cuestión. Para quien desee proveerse de argumentos jurídicos, solo tiene que alegarla; asímismo, en el Banco de España existe una Orden similar que afecta a contratos realizados con Entidades Financieras, con similares exigibilidades (ahora no la dispongo, pero procuraré encontrarla y hacértela llegar). Si bién, la TIC es también aplicable a estas entidades comentadas.

      ORDEN TIC/385/2003, de 21 de agosto, por la que se establecen normas dirigidas a mejorar la información al consumidor en determinados contratos. (Corrección de errata en el DOGC núm. 4054, pág. 1078, de 22.1.2004). (Pág. 18564)

      Un abrazo

      Manuel Armenteros

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    2. Manuel,

      · Gracias por tus nuevas informaciones. Estoy convencido de que pueden ser muy útiles para todos aquellos que han sido engañados-estafados, entre otros motivos, también por la "LETRA PEQUEÑA".

      · Como tengo en el zurrón un nuevo texto sobre la cuestión, que creo que titlaré "UN CASO PRÁCTICO DE LETRA PEQUEÑA", citaré la ORDEN TIC/385/2003, de 21 de agosto.

      Gracias, una vez más, un abrazo,

      MAnuel I. Cabezas

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  2. Apreciado Manuel,

    · Gracias por tus informaciones. Sin embargo, me gustaría que nos indicaras a todos los "voyeurs" (visitadores) de Honestidad Radical la referencia de la circular a la que haces referencia.

    · Así, podríamos reclamar transparencia, legibilidad y cooperación en los contratos firmados con las entidades financieras y las compañías de seguros.

    Un abrazo,

    Manuel I.

    POST SCRIPTUM: Desde hace unas semanas, Honestidad Radical es como el Guadiana: de pronto, desaparece durante unas horas o unos días; y, de pronto, vuelve a casa como esa marca de turrón que siempre vuelve por NAVIDAD. ¿Alguien puede explicarme qué es lo que le está pasando a HONESTIDAD RADICAL? ¿Qué debo hacer para vacunarla contra este desaparecer y este aparecer sin ton ni son?

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