· Desvelada la primera mentira,
hoy vamos a ocuparnos de una nueva, que se asienta sobre esa primera patraña en
la que se afirma, sin sonrojarse, que “el
catalán es la lengua propia de Cataluña”. En efecto, de esta primera
patraña, la casta política catalana ha sacado la conclusión de que había que
proceder a la “normalización” del uso
del catalán en todos los ámbitos (social, económico, educativo, cultural,
etc.). De aquellos polvos (“la lengua
propia de Cataluña es el catalán”), los lodos de la “normalización lingüística”. Ahora bien, ¿qué se entiende o habría
que entender por normalización y por normalización lingüística?
· Normal. Anormal. Normalización.
El contenido semántico de estas tres unidades léxicas está interrelacionado y
el significado de una está delimitado por el significado de las otras. Por eso,
explicitar este contenido, consultando ese templo del saber semántico que es el
diccionario de la RAE, parece necesario para huir de las memeces, proferidas
por la casta política y ciertos lingüistas de servicio.
· Por definición,
toda unidad lingüística tiene significados diferentes. Así, “normal”
es aquello que se encuentra en su medio natural; o aquello que es regular y
ordinario y que se toma como norma o regla; o aquello que no es raro o que no
tiene deficiencias. “Anormal” significaría todo lo
contrario: lo que se halla fuera de su estado natural; lo infrecuente,
estadísticamente hablando; lo que es
raro o tiene deficiencias. En fin, “normalización”
sería la acción y el efecto de “normalizar”: regularizar o poner en
orden lo que no está, hacer que algo se estabilice en la normalidad, tipificar
(ajustar a un tipo o norma), acabar con lo anormal. Ahora bien, determinar qué
es “normal” o “anormal” y precisar los límites y el significado de “normalizar”
y de “normalización” implica siempre un cierto grado o dosis de subjetivismo.
·
Normalización lingüística. En teoría,
el significado de esta expresión se desprende o se infiere de las definiciones
precedentes y está muy claro. En efecto, esta expresión, aplicada a la lengua
catalana, denota que el uso del catalán es considerado anormal, antinatural,
raro, deficiente, ilógico; y por lo tanto, se debe hacer lo necesario para que
se transforme en normal. Ahora bien, como lo acabamos de precisar, la
normalización lingüística es también un concepto relativo. No es fácil ni
evidente determinar cuándo se ha llegado a una situación de normalidad o cuando
se ha conseguido la normalización del uso de la lengua catalana. No hay
consenso ni sobre esto ni sobre los medios que hay que utilizar para
conseguirlo.
· Para unos, los partidarios del “bilingüismo equilibrado”, con la
normalización lingüística aplicada en Cataluña, se ha llegado ya demasiado
lejos: se ha practicado una radical discriminación positiva del catalán; y esto
ha provocado choques de convivencia con el español, eliminándolo como lengua
vehicular de la enseñanza y como lengua de comunicación en todas las situaciones
formales e institucionales (Parlamento, medios de comunicación catalanes,
instituciones públicas, etc.), poniendo en entredicho, no su uso social, sino
su aprendizaje y su dominio funcional por parte de los ciudadanos de Cataluña.
Sin embargo, para otros, los de la casta política nacionalista —y
a pesar de todo lo hecho durante 30 años y del estatus actual del catalán en
todos los ámbitos formales de la sociedad catalana— el catalán sigue y está en
peligro de desaparición ante el vigor de esa lengua de gran difusión que es el
español.
· Ante estos
balances totalmente opuestos, ¿qué dice la lingüística o un análisis objetivo,
racional y desapasionado de la mal llamada “normalización lingüística” de la
lengua catalana? Como ya hemos analizado y argumentado,
el lenguaje y la lengua son atributos del ciudadano y nunca de un grupo social
o territorio. Por lo tanto, en ausencia
de coacciones, lo normal es que, en un mismo territorio, convivan ciudadanos
con lenguas propias diferentes. Ahora bien, cuando se llevan a cabo políticas
lingüísticas totalitarias y autoritarias, como las de la Generalitat, se
imponen, manu militari, las falsas ecuaciones
siguientes: una lengua = una nación; una nación = un territorio; un territorio = una lengua. Y, como
correlato, se considera anormal que en Cataluña convivan “varias lenguas
propias”. Y esta situación de anormalidad debe ser normalizada, imponiendo el
catalán a todos los ciudadanos de Cataluña, con independencia de su voluntad,
aunque esto implique pisotear uno de los derechos fundamentales de la persona:
los derechos lingüísticos, que implican el derecho a decir lo que se quiera en
la lengua que el ciudadano elija en cada momento y el derecho a elegir la
lengua vehicular en la educación de sus hijos.
· Desde la Revolución
francesa (1789), se ha impuesto, y por este orden, la trilogía “liberté, égalité, fraternité”. En un país libre y sin fronteras,
como España, los ciudadanos son libres de instalarse donde les apetezca y
deberían poder hacerlo; y son también
libres para aprender y utilizar la o las
lengua(s) que prefieran y deberían poder ejercer este derecho. Si esto
sucediese, las lenguas que ofrecieran mayores ventajas y perspectivas a los
ciudadanos lograrían mayor difusión y se impondrían por sí solas. Así, como lo
afirma Jesús Mosterín, “la evolución lingüística y la frecuencia de
uso [del catalán o del español] será la resultante de muchas decisiones
individuales libres y no de una imposición política. Sólo cuando esto se haya
conseguido, podremos hablar de normalización lingüística [de Cataluña y de
España]”.
Coda: « Je ne demande pas à être approuvé, mais à
être examiné et, si l’on me condamne, qu’on m’éclaire » (Ch. Nodier).
© Manuel I. Cabezas González
Publicado en La Voz de Barcelona (bajo el título "Del concepto de Normalización"), El Bierzo Digital, Bottup, Cerdanyola.info y Fundación para la Libertad.
8 de enero de 2013
Hola profesor:
ResponderEliminarMe alegra "estrenar" este espacio de "comentarios". Qué pena que plumas como la suya no abunden en este tema tan enfangado ni voces que las secunden!!.
Esto que ha escrito, junto con la anterior misiva (I) es totalmente extrapolable al nacinalismo vasco. Totalmente.
No se puede pretender que una lengua por muy ancestral que sea empeñen sudor y lágrimas (lagrimas de otros) en que sea prioritaria a la más utilizada y a la que más enriquecimiento a todos los niveles nos aporta y nos seguirá aportando. Eso tambien deberían considerarlo los gobiernos nacionalistas como I+D que tanto está de moda ahora.
Estimada Hidalga Leonesa,
Eliminar· Es un placer y un consuelo saberte al otro lado de la pantalla. A veces, uno se considera como un San Juan Bautista, que predicaba en el desierto y cuyas palabras se las llevaba el viento, sin dejar huella.
· En cuestiones lingüísticas, en todas las CCAA con dos lenguas oficiales cuecen habas. Ahora bien, en Cataluña, cuecen a calderadas. Y no sólo esto. Cataluña es el laboratorio donde se experimenta lo que las otras comunidadades van a aplicar después.
Un cordial saludo,
Manuel I.
Post scriptum: Acabo de dar a luz un nuevo texto, que será publicado la semana próxima, en el periódico digital de Barcelona DIÁLOGO LIBRE y que he titulado "LA VENGANZA DE LOS ESTAFADOS". Como podrás ver, sigo con la denuncia del engaño-estafa de las entidades financieras y de numerosas multinacionales o grandes empresas. En este texto abogo por pasar a la acción (mazo), sin olvidar que hay que rogar también a Dios (que hay que parlamentar).
MANUEL: ERES UN CRAK
ResponderEliminarYONNI,
Eliminar· No te pondo ni cara ni ojos. Sin embargo, por la forma de tu lacónico comentario, parace que nos conocemos en carne mortal.
· Comuniquemos en privado, si te apetece.
Un cordial saludo,
Manuel I.
Com ja et vaig dir i justificar amb la primera i pels molts motius que ja et vaig descriure, continuo en total desacord.
ResponderEliminarXavi,
Eliminar· Está visto y demostrado que hay peor sordo que aquel que no quiere oír; ni peor ciego que aquel que no quiere ver.
· Abramos los ojos y los oídos. ¿Qué constatamos en la sociedad catalana? No hay ningún problema lingüístico, no hay ningún problema social provocado por el empleo del catalán o del español. La vida social es un oasis. El problema surge cuando la casta política catalana utiliza esos instrumentos de comunicación que son las lenguas como armas de lucha política.
Un cordial saludo,
Manuel I.
Que les vamos hacer, las lenguas los idiomas son para unir las personas, lo que ya no es de recibo es la "excusa" para mantener un nacionalismo decadente, corrupto, embustero, y soñador, que sus jeralifes bien saben y conocen la historia, pero les va bien mantener unos seguidores borreguiles que se lo creen todo en la más pura y despreciable mentira aprovechándose del sentir nacionalista que ellos han sembrado, simplemente para mantenerse en el poder y vivir de la teta del Estado, que pagamos todos.
ResponderEliminarMortalcontribuyente y Koldo,
Eliminar· Coincido con vuestros puntos de vista.
· La cuestión lingüística es la "excusa" o la cohartada de la casta política para vivir de la política y no para servir a la ciudadanía.
· Las lenguas tienen su propia vida y los usuarios de las mismas no son tontos. Saben muy bien qué lenguas abren más puertas y dan alas para volar como águilas reales y aquellas que encierran a sus locutores en el terruño de la patria y que los transforman en aves de corral.
Manuel I.
Efectivamente, la normalización es lo contrario de la imposición, que es lo que realmente se practica en Cataluña, quizá el único lugar de la tierra donde se considera que la realidad es lo que no es normal.
ResponderEliminarManuel, como ya te dije en un comentario anterior, nunca he solicitado que me envies tu blog a mi correo personal. No me interesa nada lo que dices en tus artículos, que me parecen simplemente propaganda unionista. Tu artículo no me interesa en absoluto, a ver si te das ya por enterado y dejas de mandarme tus entradas a mi e-mail, que por cierto no sé de dónde lo sacaste.
ResponderEliminarEspero que haya quedado claro. Gracias.
Sra. Teresa,
Eliminar• Tiene Ud. toda la razón del mundo. En uno de los comentarios que hizo Ud. a la primera entrega de “MENTIRAS SOBRE LA POLÍTICA LINGÜÍSTICA EN CATALUÑA (I): de la ‘lengua propia de Cataluña’”, Ud. escribió. “estos artículos del señor Cabezas me llegan a mi correo personal, cosa que yo nunca he deseado”.
• Utilizando el lenguaje taurino, como Ud. entró al trapo, aceptó el envite y se metió en harina dialéctica conmigo, pasé por alto la frase precitada y comprendí que Ud. estaba dispuesta a tener comercio lingüístico conmigo.
• Hoy, Ud. me reitera explícitamente que quiere que el silencio se instaure entre nosotros y que prefiere seguir en las tinieblas del “talibanismo nacionalista”. Sus deseos son órdenes para mí: nada más colgar este correo en Honestidad Radical, procederé a eliminar su dirección de mi fichero de coordenadas digitales; y ¡aquí paz y después gloria!
• Como soy un humilde seguidor de la doctrina de la HONESTIDAD RADICAL (HR) y como tengo como lema esa cita de Mariano José de Larra que reza así: "He venido a este mundo a decir aquello que los demás no quieren oír", le recuerdo que la publicación de la serie de textos que he titulado genéricamente LAS MENTIRAS DE LA POLÍTICA LINGÜÍSTICA EN CATALUÑA sólo acaba de empezar. Tengo listas ya 10 entregas, que serán publicadas semanalmente en HR así como en el periódico digital LA VOZ DE BARCELONA. Pero, estoy embarazado y estoy gestando otras tantas.
• Ud. se lo pierde, si no visita semanalmente HONESTIDAD RADICAL o las páginas virtuales de ese oasis de libertad, de diálogo y de debate que es LA VOZ DE BARCELONA. No se prive de lo que dicen las ciencias del lenguaje (entre ellas, la LINGÜÍSTICA) sobre los desafueros lingüísticos cometidos en Cataluña por la casta política “casolana”. Dicho esto, Ud. es libre, ¡no faltaría más!, de permanecer en las tinieblas y de persistir en el error.
Un cordial saludo,
Manuel I. Cabezas
(7.02.2013)
Hombre profesor, no utilices datos personales, para acribillar a quien no quiere ver ni leer tus OPINIONES SESGADAS, aunque por cierto tan sesgadas como las que efectivamente están empleando los NACIONALISTA con lo de la lengua propia.
ResponderEliminarThank yoy very match
See you later
Anónimo8 de febrero de 2013 10:35,
Eliminar· No llego a vislumbrar dónde ve Ud. "OPINIONES SESGADAS" en mi última cogitación. Simplemente he echado mano del diccionario de la RAE (Real Academia Española) y de las aportaciones de esa ciencia llamada LINGÜÍSTICA. Me he comportado como un aplicado amanuense que transcribe lo que los académicos y los lingüístas han dicho sobre las unidades léxicas NORMAL, ANORMAL, NORMALIZAR, NORMALIZACIÓN Y NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA.
· Como dijo un personaje histórico: "ni pongo ni quito rey , pero ayudo a mi Señor" (en mi caso, la verdad).
Manuel I.
Señor Cabezas, por qué no estudia algo de lingüística, concretamente sociolingüística, y se dará cuenta de la sarta de tonterías y mentiras que está escribiendo. Es una vergüenza que juegue con la retórica diciendo una mentira tras otra.
ResponderEliminarAnónimo del 13 de febrero de 2013 21:45,
Eliminar· Su reacción lingüística no llega ni a ser un comentario. Ud. pontifica y tilda de "sarta de tonterías y mentiras" lo que he expuesto en mi texto. Pero, Ud. ni argumenta ni aporta nada para poner en entredicho el análisis hecho por mí. Su comportamiento no es propio de un "zoón logikón".
· Le recuerdo lo que he escrito en otro comentario ci-dessus: "simplemente he echado mano del diccionario de la RAE (Real Academia Española) y de las aportaciones de esa ciencia llamada LINGÜÍSTICA. Me he comportado como un aplicado amanuense que transcribe lo que los académicos y los lingüístas han dicho sobre las unidades léxicas NORMAL, ANORMAL, NORMALIZAR, NORMALIZACIÓN Y NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA.
· Le ruego que medite y rumie la cita de Ch. Nodier que he dado en la coda final de mi texto: « Je ne demande pas à être approuvé, mais à être examiné et, si l’on me condamne, qu’on m’éclaire ». Y saque las conclusiones que se imponen.
Manuel I. Cabezas