·
Todas las
entidades financieras han engañado-estafado a los pequeños ahorradores,
utilizando un modus
operandi común. Esto ha provocado —en sus engañados y desvalijados
clientes— falta de liquidez económica, incertidumbre, angustia, depresión,
impotencia, desesperación, pérdida de autoestima, problemas de salud, problemas
familiares, etc. Y las soluciones
dadas o planificadas no han sido ni son justas, ni equitativas, ni
razonables para los desprotegidos y abandonados estafados.
· Éstos han
sido llevados al borde del abismo y de la desesperación más total y absoluta:
tienen muy pocas posibilidades de recuperar la totalidad de los ahorros
estafados y de conseguirlo rápidamente. Como ha escrito Rosa Montero, “que un montón de directivos de banco de
pueblos y barriadas se hayan dedicado a estafar a sus vecinos […]; que hayan
sido capaces de cometer esa infamia con gente a la que han conocido toda su
vida, […] es algo que me deja sobrecogida. ¿Cómo se transforma uno en un
desalmado así? ¿En un criminal peor que un navajero? ¿Y por qué los navajeros
acaban en la cárcel y esta gentuza no? ¿Por qué lo consentimos? […] La primera
corrupción que hay en este país es la moral: la pasividad o la complicidad ante
el expolio”.
·
Por eso, los estafados deberían abandonar la pasividad y la resignación, y
pasar a la acción. En efecto, como dejó escrito A. Einstein, si buscan resultados distintos, no pueden seguir
haciendo lo mismo. Y no deberían olvidar el consejo de Rubén Darío, para quien “con
constancia y tenacidad se logra lo que se desea”. En efecto, la historia
nos enseña que “no hay nada imposible y
los grandes cambios casi siempre se han producido a sangre y fuego” (Javier Cercas). Por eso, como ha
apuntado J.A. Marina, “las situaciones límite rompen las previsiones de la
lógica cotidiana” y no se puede hacer un mundo diferente con gente
indiferente. Hoy quiero proponer algunas iniciativas, que dependen sólo de los
estafados y que permitirían ejercer una presión tal sobre los estafadores, que
se verían abocados a reconocer la fechoría cometida, y les haría morder el polvo,
como a los gestores de las “taulas
de canvi” medievales cogidos in fraganti, con las manos en la masa.
·
Las propuestas que propongo son una modalidad cívica y civilizada de tomarse la
justicia por su mano, que no implica la violencia física ni el derramamiento de
sangre, sino un ataque al talón de Aquiles de las entidades financieras: la
cartera, a la que son tan sensibles. Con ellas se trata de entorpecer e impedir
que puedan seguir traficando y enriqueciéndose, a costa de los pequeños
ahorradores, con ese producto, cada vez más virtual, que es el dinero. Las
medidas que propongo no implican ningún riesgo para los estafados y responden a
la filosofía de una frase que leí, hace muchos años, en la revista francesa “Elle”, dirigida al público femenino: “l’argent c’est comme les femmes: ou vous vous en
occupez ou quelqu’un s’en occupe”
(“el dinero es como las mujeres: o te ocupas de él o de ellas o alguien se ocupa”).
·
Primera iniciativa: retirar los caudales de la entidad estafadora y
cambiar de entidad bancaria. Parto del axioma de que todas las
entidades financieras han engañado y estafado a los pequeños ahorradores. Parto
del principio de que especulan, se aprovechan y hacen negocios con los ahorros
de los confiados ciudadanos, dándoles, en contrapartida, unas migajas de pan.
Parto de la constatación de que son verdaderas sanguijuelas que se nutren y
viven no del sudor de su frente sino del sudor de los de enfrente. Ahora bien,
unas engañan y estafan más que otras;
unas roban más que otras; unas se aprovechan más que otras de sus clientes. En
efecto, algunas entidades financieras —por ejemplo, La Caixa— empiezan a cobrar comisiones a sus clientes nada más entrar
por la puerta de la sucursal y por todo: gestión de la cuenta, tarjetas,
diferentes operaciones, incluso por respirar. Sin embargo, otras —por ejemplo,
el Banco de Sabadell— no sólo no
cobran ninguna comisión sino que, además, te devuelven un porcentaje (hasta un
límite de 20€ mensuales) de los recibos domiciliados.
·
Segunda iniciativa: cambiar la
domiciliación de los recibos, de la nómina o de la jubilación. Estas
domiciliaciones son también una fuente de ingresos para las entidades
financieras, que cobran una comisión a las compañías de gas, de electricidad,
de agua, de teléfono, de seguros,… por cada recibo cobrado. Por eso,
cortémosles el grifo de los ingresos a esas entidades financieras insaciables,
avaras, usureras y cleptómanas, cambiando de entidad bancaria.
·
En
el caso de personas mayores, acostumbradas a su banco de toda la vida, estas
dos primeras iniciativas pueden ser vistas como una enorme montaña, difícil de
escalar. Por lo tanto, es necesario que los hijos y los nietos de las mismas
les acompañen y les ayuden en los trámites que, por cierto, son muy simples: la
nueva entidad financiera se encarga de todo; sólo hay que dar la orden. Si hijos y nietos colaboran con sus padres o
abuelos, no se les podrá aplicar el refrán castellano que, en más de una
ocasión, se han merecido y que reza así: “cría
cuervos y te sacarán los ojos”.
·
Tercera iniciativa: no utilizar
las tarjetas de crédito para pagar nuestras compras. El uso que hacemos de
ellas es una constante y muy importante fuente de ingresos para las entidades
financieras: a los 20/30 euros que paga anualmente por ella cada cliente, se
debe añadir el tanto por ciento que tiene que pagar el autónomo o la empresa
por cada operación, además de hacer frente al alquiler del tatófono (terminal
para propiciar el uso de las tarjetas), costes que varían también según el tipo
de cliente y la entidad financiera.
· Si no utilizamos las
tarjetas, hacemos una mala jugada a las entidades financieras, privándolas de
ingresos suculentos. Sin embargo y al mismo tiempo, hacemos un gran favor, en estos momentos de crisis, a
los autónomos o a las pequeñas empresas, que se ahorrarían los peajes usureros
que deben satisfacer a esos Ali Babás modernos que son las entidades
financieras. Por otro lado, el hecho de
no utilizar las tarjetas nos permitirá ser consumidores
reflexivos, razonables y concientes. Si salimos de casa con el objetivo de
comprar unos productos y con el dinero que pensamos gastarnos, no nos
embarcaremos en gastos superfluos, a los
que esta sociedad de consumo nos empuja sin descanso.
· Estafados y ciudadanos,
la venganza incruenta y el cambio de rumbo están a nuestro alcance. Estas
simples iniciativas (y sin coste económico alguno) pueden conducir a las casta
financiera a la senda de la virtud, de la ética, de la deontología profesional.
De nosotros depende ser águilas reales o aves de corral.
© Manuel I.
Cabezas González
Publicado en Diálogo Libre, Bierzodigital.com, eldebat.cat, Bottup, Cerdanyola.info, Rankia.com y Bierzo7.
Publicado en Diálogo Libre, Bierzodigital.com, eldebat.cat, Bottup, Cerdanyola.info, Rankia.com y Bierzo7.
15 de febrero de 2013
Todo ese mangoneo de las 'preferentes', todo ese mangoneo y mucho más estaba gobernando Zapatero, ese gobierno socialistas socializando el dinero de la gente hacia los banqueros.
ResponderEliminarCosa compresible ya que las cajas estaba abarrigados políticos y sindicatos... consejeros y asesores imprescindibles para hundir el país y arruinar a sus habitantes.
Osea, que con el PP. Estamos mejor. No nos esgañemos, los politicos no son mas que los titeres de la banca y la banca solo unos pocos. Gobiernen unos o otros quien siempre pierde es el pueblo.
EliminarNo escusemos o cuestionemos ni a unos ni a otros. Estamos peor que antes de la constitucion, contitucion muy joven y con muchos defectos como que el " presunto " politico corrupto ademas de estafar siga cobrando de su partido y liderando su cargo aun existiendo la mas mimima sospecha de estafa. Sea de D o de I. Nos toman por subnormales.En España todo vale y en ocasiones siento decir que soy Español.
y Gorriaran llamando 'cafres' a los de la Plataforma contra los deshaucios de las hipotecas en sede parlamentaria. ¿Cuando ha llamado cafres a los banqueros por temas extraordinariamente graves como los que se denuncian en esta tribuna?
ResponderEliminarOtra vez gracias profesor.
ResponderEliminarYo, estafada por preferentes de label vasco EROSKI ya hice todo lo que Ud apunta y es lo que en cada reunión y en cada nueva llamada que se recibe en la Asociación decimos, eso es lo primero: retirar los fondos y docimiciliaciones de la caja estafadora. Pero el gran dilema venía despues: a donde lo llevamos?. Bueno esta bien saber lo que Ud apunta.
A continuación, subo su escrito al foro. En nuestro blog ya figura HONESTIDAD RADICAL para siempre.
Y a nosotros tambien nos ha llamado "macarras" un peridodista vasco al servicio del poder del momento, concretamente JAVIER LAPITZ.
¿ Donde llevar los dineros ? Es un problema, personalmente tengo los dineros en ING, si hay problemas tiene sucursales en todo el mundo y ademas permite la cuenta sin nomina.
ResponderEliminarCalas15 de febrero de 2013 11:20
ResponderEliminar• Gorriarán, ese diputado y dirigente de UPyD es un buen pájaro, de mal agüero. Él y Rosa Díez han tranformado UPyD en una auténtica "granja orwelliana”. Ante lo dicho por este despreciable personajillo, lo más lógico y razonable es tirar de la cadena y a otra cosa mariposa.
Tomi y Anónimo16 de febrero de 2013 17:57
• Y vosotros me preguntáis: “¿Dónde llevar los dineros?” En mi texto, os respondo. Para ello, copio y pego el párrafo pertinente de mi texto:
“• Primera iniciativa: retirar los caudales de la entidad estafadora y cambiar de entidad bancaria. Parto del axioma de que todas las entidades financieras han engañado y estafado a los pequeños ahorradores. Parto del principio de que especulan, se aprovechan y hacen negocios con los ahorros de los confiados ciudadanos, dándoles, en contrapartida, unas migajas de pan. Parto de la constatación de que son verdaderas sanguijuelas que se nutren y viven no del sudor de su frente sino del sudor de los de enfrente. Ahora bien, unas engañan y estafan más que otras; unas roban más que otras; unas se aprovechan más que otras de sus clientes. En efecto, algunas entidades financieras —por ejemplo, La Caixa— empiezan a cobrar comisiones a sus clientes nada más entrar por la puerta de la sucursal y por todo: gestión de la cuenta, tarjetas, diferentes operaciones, incluso por respirar. Sin embargo, otras —por ejemplo, el Banco de Sabadell— no sólo no cobran ninguna comisión sino que, además, te devuelven un porcentaje (hasta un límite de 20€ mensuales) de los recibos domiciliados.
Manuel I. Cabezas
http://ansiadalibertad28012013.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMe encanta el nombre del blog;
HONESTIDAD RADICAL,
a ese fundamentalismo sí me apunto
Saludos
Ansiadalibertad,
ResponderEliminar· Lo pensé mucho antes de bautizar a la criatura y creo que acerté en el apelativo escogido: HONESTIDAD RADICAL (HR).
· En los tiempos que corren, una de las tablas de salvación es llamar "al pan, pan; y al vino, vino". Y no "al pan, vino; y al vino, pan", a lo que son tan dados los de la casta política y todos esos estafadores y ladrones (banqueros, seguros, multinacionales, etc.) que pululan por nuestra querida España.
· Ahora bien, una cosa es bautizar y otra dar trigo. Si te das un paseo por los distintos textos que he colgado hasta ahora, podrás constatar que he sido consecuente y coherente, no sólo con el nombre del blog, HONESTIDAD RADICAL (HR), con el lema que he escogido para el mismo ("Mi vida está dedicada a decir aquello que los demás no quieren oír", M.J. de Larra dixit) sino también con la declaración de principios o el contrato que firmé conmigo mismo (cf. el segundo texto, colgado el 28 de junio de 2011 en HR, "DE LA HONERSTIDAD RADICAL").
· Te confieso, y tú misma lo puedes constatar, que la mies es mucha y los trabajadores pocos. Te hago la confidencia de que muchos son los llamados y muchos los sordos. Por eso, te invito a que empeñes tu pluma y tu verbo en HONESTIDAD RADICAL (HR). Por eso, te invito a que participes en el diálogo que he querido inicar al parir este dazibao virtual. Como escribió alguien, "el diálogo es un puente que une dos márgenes… tú y yo; yo y tú. Transítalo con frecuencia”.
Un cordial saludo,
Manuel I.
Gracias por tu respuesta.
EliminarYo hace unos meses que "me quité" de eso, de debatir, de escribir, de comentar. Me desahogo en el blog - uno nuevo y sin mi foto ni mi verdadero nombre - y os leo a otros. Pero 'el diálogo' ya no me estimula sino todo lo contrario. Han sido casi tres años viendo la inutilidad real del debate, constatando que cada uno parecemos solidificados en algún momento de nuestra evolución particular, sin posibilidad de rectificaciones, de cambios o de evolución a partir de ese momento.
Gracias otra vez de todos modos por tu invitación y dale caña.
Un cordial saludo
(soy varón) :-)
PEPELANDIA HA DEJADO ESTE COMENTARIO EN MI CORREO PERSONAL, PERO NO HA APARECIDO EN HONESTIDAD RADICAL. POR ESO Y PARA QUE NO SE PIENSE QUE HAYA PODIDO HABER CENSURA, ME PERMITO COLGARLO.
ResponderEliminarPepelandia ha dejado un nuevo comentario en su entrada "LA VENGANZA DE LOS ESTAFADOS":
Osea, que con el PP. Estamos mejor. No nos esgañemos, los politicos no son mas que los titeres de la banca y la banca solo unos pocos. Gobiernen unos o otros quien siempre pierde es el pueblo.
No escusemos o cuestionemos ni a unos ni a otros. Estamos peor que antes de la constitucion, contitucion muy joven y con muchos defectos como que el " presunto " politico corrupto ademas de estafar siga cobrando de su partido y liderando su cargo aun existiendo la mas mimima sospecha de estafa. Sea de D o de I. Nos toman por subnormales.En España todo vale y en ocasiones siento decir que soy Español.
¿Y las citas, señor profesor? ¿No son necesarias para ser honesto?
ResponderEliminar¡ProfesOor!
Eliminar¿Profesor?
ResponderEliminarEs con diferencia, por ahora, el artículo mas comentado de los que he visitado. Eso quiere decir que se ha leído por muchos y que el asunto se las trae.
ResponderEliminarMi pequeña aportación al debate es referente al "equívoco" que los ciudadanos tienes de muchos empleos "dignos". Se considera que un Bancario, Medico, Abogado, Periodista, Político etc, son por naturaleza honrados y solo unos pocos sin escrúpulos, son estafadores, mentirosos, etc.
Pues hay que cambiar ese concepto y pensar que no es cuestión del nombre de la profesión sino del profesional. Que quiero decir con esto, QUE HAY QUE EXIGIR EL CAMBIO TOTAL DE LAS LEYES. Si un Abogado, Empleado de Banca, Periodista, Sacerdote, Político.... infringe la ley, debe tener el castigo sancionador que la ley establezca.
El caso llamativo de los Periodistas que han hecho y hacen un papel fundamental para la sociedad, pero amparándose en el "secreto de no facilitar el origen de la llamada fuente" los indeseables trabajadores al mando de la pasta, llamados periodistas, se permiten excesos incomprensibles.
Qué decir de políticos, abogados, que mediante escuchas de conversaciones se ha constatado la inmoralidad y el delito, y no son condenados y reprobados públicamente.
Y en EL NEGOCIO DE LA BANCA, señores, es un negocio y no existe la fidelidad que antaño tenían nuestros abuelos, padres o nosotros mismos.
No podemos ni debemos llevar nuestro dinero al colchón, pero si como dice Manuel, cambiarlo al que teóricamente parezca mas ventajoso. NO OLVIDANDO NUNCA, que siempre serán ellos quienes más ganen y que probablemente intenten colocarnos algún producto que no nos conviene por nuestras características personales.
Perdonad, me he enrollado mucho. No era mi intención. Un saludo a todos
Ignacio Escribano,
Eliminar· Coincido contigo y con la sabiduría popular contenida en el refrán castellano que reza así: "EL HÁBITO NO HACE AL MONJE".
· A las personas hay que juzgarlas por sus actos, no por el estatus social o económico que tienen; y mucho menos por lo que dicen. En efecto, como dice otro refrán castellano, "UNA COSA ES PREDICAR Y OTRA MUY DISNTINTA DAR TRIGO".
· Y el que la haga, que la pague.
Un cordial saludo,
Manuel I. Cabezas
Bueno, yo me esperaba más bandas. No digo que 'vale callampa' porque no es así. Eligieron Chile! Algo para sentirse muy orgullosa.
ResponderEliminarPero no iré...porque no son las bandas que me esperaba. Sí, yo quería The Strokes, Interpol, Arcade Fire, etc,etc. Quién no?