ZP, RAJOY Y OTROS VIRREYES DE LAS ESPAÑAS: “¡¡¡KAKA!!! ¡¡¡ESO NO SE TOCA!!!”
· El 12 de mayo de 2010, Zapatero empezó a cavar su tumba política y también la del PSOE con aquel discurso, impuesto por los “machos alfa” de la UE y que pronunció en el caserón de la carrera de San Jerónimo. En él, anunció el segundo paquete de medidas para hacer frente a la crisis, que él se había negado puerilmente a reconocer desde 2007: reducción (5%) y congelación de los sueldos de los funcionarios; congelación también de las pensiones; eliminación del cheque bebé (2.500€); reducción de la Ayuda Oficial al Desarrollo (600 millones de €); recorte de 6.045 millones € en inversión pública estatal; amputación del gasto farmacéutico;... Y como colofón de esta ristra de medidas, Zapatero reconocía que “los menos favorecidos son los que nada han tenido que ver con el origen, el desarrollo y las fases de la crisis. Son, por el contrario, los que han sufrido sus consecuencias. Y son, ahora, los que mayoritariamente deben contribuir a los esfuerzos necesarios para corregir los efectos de la crisis”.
· Desde entonces (mayo de 2010), la crisis se ha ido agravando: y el paro ha seguido subiendo; y la destrucción del tejido productivo (miles de pequeñas y medianas empresas) se ha ido extendiendo como una mancha de aceite; y los ERES en las grandes empresas son noticia cotidiana; y el drama y la desesperación se han instalado en millones de hogares; y los jóvenes (más del 43%) se ven desahuciados, sin futuro, como una generación perdida; y....; y... Mientras todo esto y mucho más está sucediendo, las entidades financieras y las multinacionales, que son junto a la casta política los verdaderos responsables* de lo que está sucediendo, siguen haciendo caja, siguen teniendo pingües beneficios, siguen recompensando las fechorías de sus ejecutivos con unos emolumentos crematísticos, que constituyen toda una provocación y todo un insulto no sólo a los 5 millones de parados sino a todos los asalariados, que son los paganos de los desaguisados. Al mismo tiempo, los irresponsables de la “res publica” (la casta política) permiten y favorecen que el déficit y la deuda sigan desbocados, y todo por la gracia o la desgracia de Zapatero.
· A pesar de los sacrificios impuestos y exigidos, manu militari, a los ciudadanos asalariados, el segundo paquete de medidas zapateriles al que hemos hecho referencia no ha sido suficiente para hacer frente a la crítica situación económica y social. Y nuevos paquetes de medidas (estatales y autonómicos), apuntadas en el “Pacto por el Euro”, se están preparando en estos momentos, en el marco de la preparación de los presupuestos del próximo año. Con estas medidas se pretenderá frenar y reducir la deuda y el déficit. Y para ello, se deberá flexibilizar el mercado laboral, controlar los costes salariales, prolongar la vida laboral, ampliar el número de años para el cómputo de la jubilación, ... y llevar a cabo recortes sustanciales en sanidad, educación y gastos sociales.
· Estas nuevas medidas y recortes van directamente contra los pilares del Estado del Bienestar. Y recaerán, de nuevo, si no se hace nada para impedirlo, sobre los de siempre (los asalariados), mientras que los “los ladrones de cuello blanco” se irán de nuevo de rositas y la casta política intentará, como de costumbre, seguir disparando con pólvora del rey, si no se les pone coto. Ante este estado de cosas y ante las medidas que se están perfilando, me asaltan una serie de preguntas tanto sobre los responsables de la crisis como sobre los recortes concretos que se quieren hacer para luchar contra ella.
· Sobre los responsables, ZP afirma que “los menos favorecidos (i.e. los ciudadanos corrientes y molientes) son los que nada han tenido que ver con el origen, el desarrollo y las fases de la crisis”. Sin embrago, no tiene las agallas de ponerles cara y ojos y, menos aún, de pedirles responsabilidades. Ahora bien, otros analistas, sin pelos en la lengua, identifican, sin ningún género de dudas, a los responsables directos e inmediatos de los problemas que aquejan a la economía española. Para L. Abadía*, J.L. Sampedro* e I. Ramonet*, los causantes de nuestros problemas económicos son la entidades financieras (por su ingeniería o creatividad financiera) y las multinacionales (por las políticas de la deslocalización y los ERES), con la connivencia y la complicidad coadyuvante de la casta política. Muy aguda y certeramente, Raúl del Pozo ha aseverado que “en realidad los políticos y los financieros se abrazan, como los borrachos, para no caerse”. Así lo ve también R. Zoellick, Presidente del Banco Mundial, cuando afirmaba, en 2009, que “la crisis financiera que estalló hace dos años mutó en crisis económica y, de la mano del desempleo, puede convertirse en una gran crisis humana y social”.
· Ante la identificación de los culpables, uno se pregunta cómo se pueden hacer pagar los platos rotos de la crisis, como pretende ZP, a los que nada han tenido que ver con ella. ¿Es esto lícito, razonable y/o jurídicamente aceptable? ¿Acaso los ciudadanos debemos ser responsables y apechugar con una pena por un delito que no hemos cometido? ¿Acaso debemos cumplir una pena porque, por ejemplo, nuestro padre o nuestro hermano o nuestro mejor amigo o... han infringido la ley? En un Estado de derecho, no. Por eso, las medidas coercitivas y los recortes de ZP no se sostienen ni racional, ni ética, ni jurídicamente. Por lo tanto, no sólo no se debe culpabilizar y castigar a la ciudadanía que no ha tenido nada que ver en la crisis, sino que, más bien, se deben exigir responsabilidades, tanto a los poderes financieros como a la casta política, que están en el epicentro del terremoto que estamos soportando desde hace demasiado tiempo. Esto sería nuevo por nuestros lares, pero se practica en otras latitudes (por ejemplo, en Islandia, donde no se andan con chiquitas, se está juzgando a los banqueros y políticos responsables; o en Japón, donde los cogidos con las manos en la masa, se hacen ellos mismos el harakiri).
· Sobre los recortes concretos ya aplicados o aquellos que están a punto de llegar, debemos subrayar que ponen en peligro no sólo los pilares del Estado del Bienestar (sanidad, educación y gastos sociales) sino también la posibilidad de salir y de salir con paso firme y solidariamente de la crisis. Por eso, ante lo que está en juego, la ciudadanía debe gritarles y ordenarles a ZP, a Rajoy y demás Virreyes de las Españas: “¡KaKa! ¡Eso no se toca!”. En efecto, ¿cómo quiere la casta política española provocar un cambio de modelo productivo y mejorar la productividad, si ésta y aquél no se fundamentan en una formación adecuada del capital humano? ¿Y cómo formar este capital humano si la maltrecha educación española (cf. Informes Pisa) va a ser objeto de recortes sin cuento? Como afirman los economistas, sólo veremos el final del túnel con recursos económicos, investigación y capital humano, tres aspectos en los que España tiene carencias fundamentales.
· Ante lo que está en juego y en peligro, y ante los nuevos recortes que se avecinan en sanidad, educación y servicios sociales, debemos preguntarnos si no existen recortes alternativos y prioritarios, antes de desmontar lo que tanto tiempo y esfuerzo nos ha costado construir en estas tres áreas. Sin ánimo de ser exhaustivo, pienso, por ejemplo, en los miles de millones que se han despilfarrado y se despilfarran en televisiones, radios y medios de comunicación bajo el control de Ayuntamientos, CC.AA. o Estado (sólo las TV públicas deben a la Seguridad Social 15.000 millones de euros); en los parques automovilísticos hipertrofiados de las tres administraciones; en las legiones de asesores-amigos-correligionarios-conmilitones de la casta política; en las campañas de autobombo y autopublicidad; en los inútiles y absurdos informes varios, pedidos a amigos y acreedores; en el blindaje y el empotramiento de “cesantes” en organismos reguladores para huir del paro; en la funcionarización, sin oposiciones, de miles de empleados de empresas públicas; en bicocas para políticos en ejercicio o para ex presidentes, ex ministros, ex diputados y toda una retahíla de ex; … No sigo la lista, que sería interminable. Pero permítanme una última pregunta, que es el nudo gordiano y políticamente incorrecto: ¿podemos permitirnos, podemos pagar 18 gobiernos, 18 parlamentos, 18 administraciones y tres niveles administrativos en cada una de ellas? Ante la que está cayendo y si hay que hacer recortes, ¿no habría que pensar, primero, en hacer recortes en gastos no fundamentales o claramente superfluos y despilfarradores, como los que acabo de enumerar, y no en sanidad, en educación y en gastos sociales?
· Estos recortes alternativos y prioritarios que propongo no son el “chocolate del loro”, como afirma reiteradamente esa fauna partidista de “todólogos” (personajes que valen lo mismo para un roto que para un descosido y que disertan, pontifican y despotrican, en tertulias varias y/o columnas diarias o domingueras, sobre cualquier tema, como si fueran consumados especialistas). Estoy convencido de que si hiciéramos el cálculo de los recortes alternativos que he enumerado (sin ánimo de ser exhaustivo) no habría que haber recortado ni las pensiones, ni el sueldo de los funcionarios,…; ni serían necesarios recortes en sanidad, educación y en servicios sociales. Por eso, los “indignados” debemos gritar y ordenar a la casta política: “¡KaKa! ¡Eso no se toca!”. Por eso, los “indignados” debemos obligar a los “ladrones de cuello blanco” a que comulguen, en bien de todos, con el consejo de Gandhi: “vivir sencillamente para que los demás puedan, sencillamente, vivir”.
Manuel I. Cabezas González
m.ignacio.cabezas@gmail.com
20 de junio de 2011
Publicado en Bierzo7
Publicado en Bierzo7
(*) Tres libros breves, legibles y cooperadores para que los legos en cuestiones económicas comprendamos lo que está pasando:
· I. Ramonet (2009), Le Krach parfait, É. Galilée, Paris (La catástrofe perfecta. Crisis del siglo y refundación del porvenir, Icaria, Barcelona).
· L. Abadía (2010), La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual, Espasa, Madrid.
· J.L. Sampedro y otros (2011), Reacciona, Santillana, Madrid.
Me parece un texto largo, pero muy cercano a lo que sentimos todos los ciudadanos. Su contenido es fácil de comprender. Creo que una gran mayoría de los ciudadanos pensamos lo mismo. Lo que pasa es que no sabemos plasmarlo de una forma tan clara y auténtica. Te felicito Manuel por el contenido y lo acertado de tu texto. Muchos nos vamos a sentir Manuel Cabezas. ¡¡¡¡Kaka, eso no se toca!!!!
ResponderEliminarManuel, como siempre, sabes poner el dedo en la llaga. Por ello, te felicito por tu excelente pluma, y tu mente preclara.
ResponderEliminarAcabo de enviar un comentario y no sé si ha pasado. Decía que, excelente entrada, Manolo. De las que hacen volver a este blog. Yo añadiría a la lista la prohibición, por ley, de que las administraciones se endeudaran por encima de un nivel razonable y que los políticos pudieran ir a la cárcel por una mala gestión, como en Islandia.
ResponderEliminarCarlos, tu vecino.
Carlos,
ResponderEliminar· Coincido con tu propuesta: el que la haga que la pague. En el párrafo sexto de mi texto hablo precisamente de ello y hago referencia explícita a Islandia, como sugieres tú
· De todas formas, este es un clavo que hay que remachar. Estoy reflexionando sobre ello, aguijoneado por el texto de una conferencia que pronunció Joaquín Costa, en 1900, en Zaragoza. Volveré sobre esta cuestión. E invito a los visisadores y "voyeurs" de HR a hacerlo conmigo.
Un cordial saludo,
Manuel I.