· La sarta de mentiras que hemos ido desgranando hasta ahora, y otras
nuevas que iremos poniendo negro sobre blanco en el futuro, aquí en LVdB, nunca
dejó indiferente a la parte más concienciada, más informada y más comprometida
de la sociedad civil catalana. Ésta, desde hace muchos años, ha reaccionado
ante la deriva de la política lingüística de los sucesivos Gobiernos de la
Generalidad de Cataluña. En efecto, ante la imposición de la “inmersión
precoz, total y obligatoria” y ante la entropía provocada por la misma,
esta parte de la sociedad civil se ha movilizado para hacerle frente y para
defender los derechos lingüísticos tanto de los hispanohablantes y como de los
catalanoparlantes.
· Desde los decretos de inmersión de 1992 y aún antes, de esta parte “ilustrada” de la sociedad catalana surgieron
numerosas asociaciones (Acción
Cultural Miguel de Cervantes, Asociación por la Tolerancia, Convivencia
Cívica Catalana, Profesores por el Bilingüismo, Foro Babel, Coordinadora
de Afectados en Defensa del Castellano, etc.), ocupadas y preocupadas en/por
la defensa de los derechos lingüísticos de los ciudadanos de Cataluña. Con el
mismo objetivo, también aparecieron dos nuevos partidos políticos: uno, en
2006, con implantación regional en Cataluña, C’s; el otro, en 2007, con la pretensión de
implantarse a nivel nacional, UPyD. Y, por otro lado, vieron el día
nuevos medios de comunicación digitales (La
Voz Libre, La Voz de Barcelona, Diálogo Libre, etc.) y numerosos blogs, que recogen cotidiana y puntualmente, ante el pacto de
silencio de los medios “apesebrados”,
noticias y análisis sobre la problemática lingüística, y que reman en la misma dirección: defensa
de los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos de Cataluña, tanto de los
hispanohablantes como de los cataloparlantes.
· Ante la política de
hechos consumados y ante los oídos sordos de las autoridades catalanas, estas
asociaciones, estos partidos, estos medios y estos blogs han llevado a cabo una
ardua, meritoria, intensa y persistente labor en defensa de los derechos
lingüísticos y en pro del bilingüismo. ¿Cómo? Mediante estudios, análisis,
manifiestos, conferencias, debates, etc.; mediante manifestaciones y
concentraciones de protesta y reivindicativas; mediante iniciativas e
intervenciones parlamentarias (por ejemplo, “la enmienda seis punto uno”,
“la iniciativa legislativa popular”);
mediante acciones judiciales ante el TSJC, el Tribunal Supremo y el Constitucional,
y denuncias ante el Defensor del Pueblo. En todas estas acciones reivindicativas,
la razón, “lo psico-pedagógicamente
correcto” y la legislación vigente estaban y están del lado de los “protestantes” contra la política de “inmersión precoz, total y obligatoria”
de la Generalidad de Cataluña.
· Ahora bien, ¿dónde ha conducido todo esto? ¿Para qué ha servido tanta
actividad? ¿Se ha conseguido algún resultado tangible y concreto que haya
permitido un respeto efectivo y un ejercicio real de los derechos lingüísticos
de los ciudadanos de Cataluña? No. Sin embargo, como hemos indicado ut supra, las razones y la razón están
de parte de los “protestantes” contra la política lingüística de la Generalidad
de Cataluña. Ahí están, por un lado, las reiteradas sentencias judiciales del
TSJC
y
el Tribunal
Supremo que lo ratifican. Ahí están también los argumentos
psicopedagógicos que apoyan científicamente sus reivindicaciones. Sin
embargo y a pesar de que el fuero y la ciencia están de parte de los “protestantes”, las reiteradas sentencias
judiciales ni fueron acatadas ni ejecutadas por las autoridades educativas de
Cataluña, que están instaladas en el desacato
permanente. Por su parte, el Gobierno de España y el Poder Judicial hacen
sistemáticamente mutis por el foro y también dejación de funciones, para
cumplir y hacer cumplir las leyes y las sentencias firmes. Y como no pasa nada,
la Generalidad de Cataluña sigue con su producción normativa, nueva y renovada,
para profundizar, consolidar y blindar las mentiras sobre las que se asienta su
política lingüística.
· Ante este estado de cosas y ante los nulos resultados prácticos
obtenidos, está claro, por un lado, que lo hecho ha servido de poco, de muy
poco o de nada; y por el otro, que el camino seguido no ha sido correcto,
aunque había que recorrerlo para darse cuenta de ello, y que es necesario
rectificar, que es propio de sabios. Creo que fue Albert Einstein el que dijo que “si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Por eso,
un cambio radical de paradigma se impone, si se quiere que triunfe la razón y,
con ella, el respeto y el ejercicio real de los derechos lingüísticos en
Cataluña.
· Este cambio de paradigma implica una serie de transformaciones, que
me permito simplemente apuntar, para alimentar un debate necesario entre la
parte más concienciada, más informada y más comprometida de la sociedad civil
catalana y así buscar soluciones funcionales, operativas y eficaces. Por un
lado, creo que la parte esta parte “ilustrada”
de la sociedad catalana debería cambiar
de interlocutores: no sirve de nada seguir confiando en el “parloteo” que se trae la casta política
(y me refiero a todos los partidos políticos) en el Parlamento de Cataluña o en
el Nacional; no sirve de nada tampoco dirigirse al Poder Judicial o a la casta
política; más bien, se deberían tender puentes con la sociedad civil y
dirigirse a los propios afectados (padres, ciudadanos de a pie y alumnos).
· Por otro lado, creo que habría que cambiar de discurso y adecuarlo a los nuevos interlocutores (cf. ci-dessus): los discursos y análisis de
“mercadillo” y de papagayo (que siempre repiten lo mismo), que es lo propio de
la casta política y de los “todólogos”
mediáticos, deben dar paso a mensajes, preñados de argumentos/razones
lingüísticos, psicopedagógicos y psicolingüísticos. Estas ciencias tienen mucho
que decir y, hasta ahora, no se les ha escuchado ni mucho ni poco.
· Finalmente y en función de los nuevos interlocutores y del nuevo
discurso (cf. ci-dessus), habría que cambiar de estrategia y diversificar también
las acciones que hay que llevar a cabo, para que la sociedad civil
(ciudadanos de a pie, padres y alumnos) tome conciencia de lo que está en juego
y, en consecuencia, se movilice para hacer cambiar, de una vez, las cosas y
para que el ejercicio de los derechos fundamentales, los lingüísticos, sea una
realidad efectiva.
· Ante los resultados obtenidos en 30 años, ante la evolución de la
política lingüística y ante lo que se avecina, la sociedad civil catalana más
concienciada, más informada y más comprometida debería hacer piña y proceder a
los cambios que he sugerido, pero al margen de la interesada e ineficiente casta
política (PP, C’s y UPyD). Para ello, debe subordinar todo al éxito de la
defensa de los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos, dejando de lado
el sectarismo y los intereses partidistas de la casta política y de sus
compañeros de viaje, que trapichean con uno de los derechos fundamentales del
ciudadano: los derechos lingüísticos.
Coda: « Je ne demande pas à être approuvé, mais à
être examiné et, si l’on me condamne, qu’on m’éclaire » (Ch. Nodier).
© Manuel I. Cabezas
González
Publicado en La Voz de Barcelona, Bottup, Eldebat.cat y Web Fundación para la Libertad.
Publicado en La Voz de Barcelona, Bottup, Eldebat.cat y Web Fundación para la Libertad.
honrad.blogspot.com
13 de agosto de 2013
Saludos.
ResponderEliminarBuena idea lo de añadir la dirección del blog en la firma de los comentarios. Presumiblemente aquí se podrá charlar con más calma. O fuste. Te enlazo, para seguirte.
No estoy muy seguro de que sea una gran idea dirigirse a "ciudadanos de a pie, padres y alumnos", con "mensajes preñados de argumentos/razones lingüísticos, psicopedagógicos y psicolingüísticos". Creo que en general no prestarán la atención suficiente como para entenderlos. Pero también creo que esos argumentos nunca sobran, y tienen que estar.
Lo de los partidos políticos es cierto. Sin embargo esta no es una guerra lingüística, sino una guerra de poder. Todas lo son. Y el poder, donde estamos, se dirime mediante los partidos. Nos guste o no.
En mi opinión, un ejemplo de lucha con ciertos éxitos, es Galicia Bilingüe. Tal vez el único. Y juega un poco a todo. Claro que la situación no es la misma que en Cataluña.
En fin, ánimo con esos argumentos lingüísticos y pedagógicos. Los necesitamos. Aunque no creo que vayan a cambiar el juego.
Sr. o Sra. Plazaeme,
Eliminar• Al hacer mi propuesta sobre la necesidad de CAMBIAR DE INTERLOCUTOR, DE DISCURSO Y DE ESTRATEGIA, parto de una constatación verificable: lo hecho y/o dicho hasta ahora (en el Parlamento Nacional o Autonómico, por la justicia, por los distintos partidos de la casta política, por las diferentes asociaciones que han ido surgiendo, etc.) ha servido de poco, de muy poco o de nada.
• En efecto, no se ha avanzado nada en la defensa de los derechos lingüísticos de los cataloparlantes como de los hispanohablantes, que deberían poder ser ejercidos con total libertad. La inmersión lingüística sigue siendo aplicada, a pesar de las sentencias judiciales firmes, que son consideradas papel mojado por la Generalidad de Cataluña; y la función del español es cada vez más marginal o, más bien, nula, tanto en la enseñanza como en los medios de titularidad pública y las instituciones oficiales.
• Por lo tanto, creo a pies juntillas que son los afectados y perjudicados por la política lingüística (tanto hispanohablantes como catalanoparlantes) los que deben reaccionar, ya que les va mucho en el envite. Y esa parte más concienciada, más ilustrada y más decidida de la sociedad civil catalana, de la que hablo en mi texto, debería dirigirse directamente a los afectados para que tomen conciencia de lo que está en juego para que reaccionen contra los hechos consumados y el “trágala” de las autoridades educativas de Cataluña.
• Al final de su comentario añade Ud. que esta cuestión, como muchas otras, “se dirime mediante los partidos”. Tiene Ud. razón, PERO NO CON ESTOS PARTIDOS, que están instalados en el desacato, los que tienen el poder, o el “parloteo” parlamentario o en los medios de comunicación. Y esto, lo repito, no ha conducido a ningún sitio.
• Por lo que respecta a los argumentos lingüísticos y psicopedagógicos, he ido desgranando algunos de ellos, al tiempo que desfacía muchas mentiras, en la serie de textos que he ido publicando aquí, en HONESTIDAD RADICAL, en LA VOZ DE BARCELONA, en DIÁLOGO LIBRE, en BOTUP y en la RED DE BLOGS COMPROMETIDOS principalmente. Le invito a que relea la serie de XII entregas ya publicadas y las que vendrán en el futuro.
Manuel I. Cabezas
www.honrad.blogspot.com
16 de agosto de 2013