· Desde el
pasado mes de julio, me dedico, full time,
a analizar y denunciar
la estafa de la que ha sido víctima mi entrañable amiga Pilar, y a
defender la recuperación de sus ahorros estafados. Para ello, he asistido a
reuniones informativas, a reuniones con afectados, a mesas redondas sobre la
estafa perpetrada por todas las entidades financieras y he participado en manifestaciones
en distintos ciudades (Ripollet, Cerdanyola, Hospitalet, Barcelona, etc.).
·
En todas estas vivencias y convivencias, encontré a afectados muy
preocupados o, más bien, desesperados, desesperanzados, traumatizados y
desorientados: como a la lechera del cuento, les habían roto el cántaro de sus
ahorros y de sus sueños. Ahora bien, los afectados eran siempre personas de la
tercera edad o personas entradas en años (maduras), que habían sido desplumadas
de los ahorros de toda una vida, o desesempleados de cierta edad que habían
sido también desvalijados de las indemnizaciones por despido, recibidas de sus
empresas. Todos estos afectados —con mentalidad de hormigas hacendosas y
previsoras, y con mucho esfuerzo y sacrificio— habían conseguido tener una
cierta capacidad de ahorro, pensando en el futuro, que es siempre incierto, y
en el otoño de sus vidas.
· Por su
edad, estos afectados (personas mayores o ya maduras) habían formado familias
tradicionales, cargadas de hijos. Y éstos
les habían dado nietos, ya talluditos. Ahora bien, estos hijos y estos nietos
nunca los he visto en las reuniones, en las manifestaciones, en las mesas
redondas, en los actos organizados para reclamar y defender los ahorros de sus
padres o de sus abuelos. Como podría haber dicho el conde de Latores, Sabino Fernández Campos, “ni estaban ni se les esperaba”. Y, para
más INRI, más de tres afectados me confesaron que tenían hijos/as o nietos/as,
que eran juristas y que trabajaban de leguleyos. ¡Cría cuervos y te sacarán los
ojos!, me dije para mis adentros.
· Este
comportamiento de los hijos y de los nietos de los estafados por las entidades
bancarias me ha dejado de piedra. Estos hijos
ni-ni (ni estaban ni se les espera) y estos nietos ni-ni (ni estaban ni se les
espera) han dejado en la estacada, abandonados a su suerte, a aquellos que se
han desvelado y deslomado en la crianza de una familia numerosa y desempeñando,
más tarde, las funciones de canguro de los hijos de sus hijos. Este abandono
ante las fauces de esas cuevas de Alí Babá, que son las entidades financieras,
me ha hecho recordar el comportamiento de muchos hijos con sus padres que —en
esta sociedad egoísta, hedonista y de consumo desenfrenado— los abandonan en
asilos, denominados eufemísticamente residencias de la tercera edad.
· Así les pagan los
desvelos y los sacrificios de toda una vida. Por eso, el dicho del acerbo popular
“cría cuervos y te sacarán los ojos”
les viene como anillo al dedo a estos “ni-ni”:
los estafados han hecho el bien a
quien menos se lo merece y, luego, les han dado la espalda o los han
traicionado. Este comportamiento filial y “nietal”
da la razón a Eurípides de Salamina, que dejó para la posteridad
este aforismo, sólo aparentemente contradictorio: "Es un dichoso infortunio
el no tener hijos"; y también a Federico García Lorca, que escribió: "Tener un hijo no es tener un ramo de rosas".
¡Qué tropa dejamos para la posteridad! ¿Qué ha fallado en la educación de los
hijos? Según Enrique Jardiel Poncela, “realmente, sólo los padres dominan el arte de
educar mal a los hijos". En efecto, como escribió alguien de cuyo
nombre no me acuerdo, todos los padres “piensan
en dejar un mundo mejor para sus hijos, cuando en lo que tendrían que pensar es
en dejar mejores hijos para el mundo”.
© Manuel I.
Cabezas González
Publicado en Diálogo
Libre, Bottup, Diari de Rubí, El Diari del Vallès (en catalán, Cria Corbs), Tot Cerdanyola y Bierzo 7.
28 de diciembre de 2012
España ha perdido completamente sus valores más preciados, siendo quizá la causa de tanto nini. La educación socialista se impuso como único modelo desde la Transición para acá. Aznar intentó cambiarlo a finales de su segundo mandato y ZP, en una de sus primeras medidas, impidió que llegase a estrenarse. El citado modelo supone practicar la filosofía del "todo vale" y la ausencia de esfuerzo, etc., que se contemplaba en Educación para la Ciudadanía. O como ya dijo Tierno Galván: "El que no esté colocáo que se coloque, y al loro". Y así nos va, de pena.
ResponderEliminarPedro,
Eliminar· Tienes más razón que un santo. En tu comentario describes objetiva y diacrónicamente la evolución de la educación en España, desde la primera llegada de los socialistas al poder, de la mano de Felipe González.
· De aquellos polvos, estos lodos: los padres, los maestros y el ecosistema socio-económico-cultural-educativo-... hemos estado empollando los huevos del despropósito que, al eclosionar, han liberado esos cuervos que nos sacarán...
Manuel I.
Pues depende; hay hijos que se desentienden de sus padres, pero otros han dedicado un montón de años, y hasta su vida entera a sus padres y yo mismo he visto cómo estos los han tratado: prácticamente como un felpudo. No sabemos cómo han tratado estos padres estafados a estos ninis, ni sabemos si les han hecho siquiera partícipes de sus problemas.
EliminarLoable tarea la tuya de defender los derechos de tu amiga, pero desgraciadamente ya sabes, la judicatura no sabe y no contesta cuando de casta se trata
ResponderEliminarMortalcontribuyente,
Eliminar· Tiene Ud. razón: hay mucha arbitrariedad y muchos comportamientos "testiculares"; y también mucha dejación de funciones, mucho "amilanamiento" por parte de los propietarios y usuarios de la balanza".
· A pesar de esto, los ciudadanos no puedemos rendirnos. Se debe batallar, indivudual o colectivamente. La historia o la mitología están ahi para darnos algunos motivos de esperanza. Por ejemplo, el frágil e insignificante David venció a Goliat con una simple honda; y una indefensa y minúscula víbora puede derribar un mastodóntico elefante. En Hispañia, Viriato trajo en jaque a las legiones romanas y sólo pudieron reducirlo por traición de uno de los suyos.
· Además, como dice dos aforismos clásicos: "no hay enemigo pequeño" y "cuidade de que alguien te odie con razón", ya que, como escribió Cicerón, "el que sufre tiene memoria".
Manuel I.
Amigo. Por mi profesión cosas más espeluznantes he llegado a ver en los ninis, porque hay casos que no saben ni distinguir entre el bien y el mal. Nadie les ha dicho "niño, esto es de ser MALA persona. Aquello es para ser un "hombre de provecho". Estos valores se han invertido y ahora el impresentable, para nosotros, es un triunfador y el chico aspirante a ser "hombre de provecho" un "pringao". El mismo término "hombre de provecho" es políticamente incorrecto; ya que la corrección política es relativismo puro y duro que invierte la escala de valores o simplemente borra todo valor moral.
ResponderEliminarPensemos pues con egoísmo, ya que de otra manera, el egoísmo de los demás nos sobrevendrá. Asociémonos, busquemos alternativas a nuestra edad, pensemos en nuestro final sin acompañamiento, tal vez rodeados de un foro amigo y estudiado en donde lo común sea el raciocinio, la comprensión y hasta la humanidad. En definitiva, lo pasado no va a volver y no podremos remediar nuestra obra para con nuestros hijos, que va a quedar como un testigo mayúsculo de nuestra ineficacia en su educación. Si los valores van a desaparecer (algo que yo noto cada día) será necesario buscar algún foro para preservarlos. En eso trabajo con ahínco. Propondré en breve una solución final.
ResponderEliminarRamón,
Eliminar• Tu reflexión pesimista y al mismo tiempo optimista, me he hecho pensar en la frase que Dante puso a la puerta de su infierno de La Divina Comedia: “LASCIATE OGNI SPERANZA, VOI CH'ENTRATE” ("Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza").
• En efecto, cuando llegue el momento de entrar por la puerta de nuestro otoño-invierno, no debemos hacernos ilusiones, ni ahora, ni en ese momento. Y por eso, no debemos olvidar la sentencia de Dante y preparar, desde ya, nuestra entrada en la última estación de nuestras vidas. El “contrato generacional” tradicional ya no tiene vigencia y ha sido triturado por esta sociedad egoísta, hedonista, sin sentimientos y sin alma. La “familia de sangre” ha pasado a mejor vida y ya no se puede confiar en ella.
• Como tú propones, habrá que ir forjando nuevos tipos de convivencia, nuevas familias, sobre la base de la amistad, que es siempre desinteresada, generosa, altruista,… Ante la “familia de sangre”, la “familia de la amistad”, por ejemplo. Estoy muy interesado en conocer la “solución final”, de la que hablas al final de tu reflexión.
Manuel I.
(4.01.2013)
ALGO EXTRAÑO HA PASADO. UN ANÓNIMO HA DEJADO UN COMENTARIO, QUE NO HA APARECIDO EN H.R. POR ESO, ME PERMITO COLGARLO YO.
ResponderEliminarAnónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "CRÍA CUERVOS":
Pues depende; hay hijos que se desentienden de sus padres, pero otros han dedicado un montón de años, y hasta su vida entera a sus padres y yo mismo he visto cómo estos los han tratado: prácticamente como un felpudo. No sabemos cómo han tratado estos padres estafados a estos ninis, ni sabemos si les han hecho siquiera partícipes de sus problemas.
Publicado por Anónimo para Honestidad Radical a las 4 de enero de 2013 19:41