miércoles, 2 de mayo de 2012

¿ESTADO DEL BIENESTAR O ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS?

• En la conclusión de un texto reciente sobre los tijeretazos de Zapatero y, ahora, de Rajoy, como respuesta a la crisis que nos está negando el pan y la sal, me preguntaba si no había llegado el momento de que los ciudadanos podamos elegir entre el “Estado del Bienestar” y el “Estado de las Autonomías”. La pregunta era y es, si cabe,  cada vez más perentoria y pertinente, si observamos los estragos que la gestión de la crisis, tanto por el uno como por el otro, está provocando en los ciudadanos de a pie. Por eso, no es ocioso volver sobre esta dicotomía.

• El Estado del Bienestar ha sido y está siendo asediado, zarandeado y socavado  tanto por el PSOE (hasta hace unos meses) como por el PP (desde diciembre de 2011). El uno y el otro han aceptado tanto el diagnóstico como el tratamiento de caballo, impuestos por la frau Merkel: recortes y más recortes, impuestos y más impuestos, que han jibarizado el poder adquisitivo de los ciudadanos; reformas e-structurales y más reformas estructurales, que han cercenado derechos adquiridos de los asalariados.

• Sin embargo, esta medicina teutona no ha producido el efecto positivo esperado, no lo producirá a corto plazo y muchos se preguntan si lo producirá a largo plazo, si no se toman otras medidas alternativas y/o complementarias. Con el tratamiento aplicado hasta ahora se ha conseguido, más bien,  agravar el estado del paciente: el paro no ha parado de subir (5,6 millones, a finales de marzo; y se espera superar los 6 millones a final de año), la recesión se ha instalado en la economía española, la lucha contra el déficit es prácticamente ineficaz e imposible en la situación actual de recesión y de paro galopante, la degradación del nivel de vida es una realidad palpable,… y el Estado del Bienestar ha empezado a hacer aguas y a perder masa muscular a un ritmo tal, que hace presagiar lo peor. Esto no es más que “el inicio del inicio”  (S. Sáez de Santamaría) o el “Km. Cero” de las medidas que hay que tomar (Rajoy). Y así se está llegando a un umbral político, social y moral, más allá del cual esta política de recortes y de austeridad se hace injusta, inaceptable y sobrepasa los límites de lo soportable por la ciudadanía; y puede, por lo tanto, desembocar en un tsunami social devastador, Jack Boorman (FMI) dixit.

• Este umbral crítico y este punto de no retorno amenazantes están humillando, ahogando, frustrando, martirizando y enrabietando a los ciudadanos; les han metido la rabia y el miedo en el cuerpo. Y la olla a presión que es la sociedad española puede estallar en los próximos meses, como sucedió en Grecia y en el norte de África. La casta política no puede ni debe olvidar que “lo que hace que se colme el vaso es una gota de sangre, de sudor, de hiel o una lágrima; nunca una gota de agua” (J. Laguna Menor). Por eso, creo que ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos y hacer lo que hay que hacer, guiados sólo por lo políticamente razonable, justo y ético y no por lo políticamente correcto. Hasta ahora se ha puesto el acento en el capítulo de la austeridad y de los ajustes para el ciudadano de a pie. Sin embrago, no se han tomado medidas para incentivar la inversión y así dinamizar la economía y favorecer la creación de empleo. Y además (y esto es discriminación positiva, pero injusta), no se ha impuesto la austeridad y los recortes a los verdaderos responsable de lo que está sucediendo, la casta política, y a los estamentos e instituciones donde están instalados y tienen su guarida. Me explico.

• El Estado de las Autonomías es señalado por muchos analistas y por las Agencias de Calificación (la última, S&P)  como uno de los factores más importantes en el desequilibrio de las cuentas del Estado. Y, por eso, son cada vez más los que consideran que es inevitable y absolutamente necesario poner en tela de juicio la organización territorial de España, fundamentada en el Título VIII de la Constitución de 1978. Como he escrito en otro lugar, si tenemos en cuenta la situación actual, nuestro Estado de las Autonomías ha sido un verdadero fiasco económico (despilfarro de recursos, corrupción y déficit, letales para el bienestar de los ciudadanos) y político (el nacionalismo de trinchera y el independentismo, insaciables, han ido a más y son cada vez más pujantes y beligerantes; y han acabado con la unidad de mercado, con la unidad educativa, con la unidad sanitaria, con la unidad lingüística y cultural, con la unidad normativa, con la unidad…, provocando problemas sin cuento).

• Ante este estado de cosas, nada más tomar posesión de su cargo de Presidenta de Castilla-La Mancha, Mª D. de Cospedal y, hace unos días, Esperanza Aguirre, con la contundencia radical que la caracteriza, han abogado por la eliminación de todo órgano, organismo o institución autonómicos que se solapen con los del nivel estatal. Y entre ellos, han citado el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, las Diputaciones, la reducción drástica del número de ayuntamientos, etc. Ahora bien, si profundizamos y llevamos al límite razonable y razonado el argumento de Mª D. de Cospedal (como lo hace Esperanza Aguirre), habría que eliminar también otros muchos órganos u organismos o servicios “repes”: para empezar, los 17 Parlamentos; para continuar, los 17 Gobiernos autonómicos y las casi dos centenas de Consejerías autonómicas con sus cientos de miles o millones de empleados autonómicos puestos a dedo, con sus miles de tarjetas Visa-Oro, con sus miles de coches oficiales, con sus medios de comunicación (TV, radios y todo tipo de publicaciones), con sus…

• Recortar radicalmente el Estado de las Autonomías sería acabar, de un plumazo, con todos los recortes que están martirizando a la ciudadanía y dando presión a la olla social, que puede explotar en cualquier momento. Ahora bien, para ello es imprescindible que la casta política, que no tiene nada de altruista y que no sabe lo que es la generosidad, se hiciera el harakiri como, en nuestro pasado reciente, lo hicieron las Cortes Franquistas. Como la casta política no lo hará, tendremos que obligarla a hacerlo. La disyuntiva es clara: ¿Estado del Bienestar o Estado de las Autonomías? ¿Bienestar para la gran mayoría de los ciudadanos o pesebre y cubil asegurados para esas cigarras de la casta política? That is the question!

© Manuel I. Cabezas González
29 de abril de 2012
Publicado en La Voz de Barcelona, Cerdanyola Info., Bierzo7, nº 1.439 y
 periodicoelbuscador.com

9 comentarios:

  1. Ni un solo ápice de disconformidad con lo expuesto, pero, ¿quien le pone ahora el cascabel al gato?.

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  2. josep maria arpa pi2 de mayo de 2012, 17:39

    Lamentablemente cabe pensar, que en un espacio corto de tiempo, esto ya no tiene arreglo.Demasiados intereses creados alrededor de todo este montaje de los reinos de taifas.En el momento que explote la olla (olla: definición del autor del articulo), entonces se produciran los cambios necesarios, y racionales para los ciudadanos de esta España.
    Pero como será esta explosión???.
    ¡No quiero ni pensarlo!

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  3. Paco,

    · No podemos esperar que alguien le ponga el cascabel al gato. ¡Y menos aún la casta política! Y todavía menos los indocumentados de C's o de UPyD, esas dos granjas orwellianas, regentadas por esos dos "roitelets" liliputienses y dictatorzuelos: A. Rivera, el ligero de equipaje mental, y Rosa Diez, la "fantástica".

    · La sociedad civil (los ciudadanos) debe "dar una pasada", tanto por la izquierda como por la derecha, a la miserable y corrupta casta política, que está viviendo del sudor del de enfrente, no de su propio sudor.

    · Paco, la olla española sigue cogiendo presión. La situación es insostenible y no puede durar mucho. Sólo hay que esperar algunos meses para que explote y se lleve por delante a tanto impresentable que está "amorrado" a las ubres, secas para los ciudadnos (no, para ellos), de los presupuestos del Estado.

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    1. Y cómo hacemos para desacernos de las CASTAS políticas, que armas tenemos y que podemos hacer, yo me apunto a hacerles salir de su casta, pero no para sacar a ésta casta y que poco tiempo despues venga otra casta.
      Si hay algún camino a seguir y hay que apuntarse en algin sitio me APUNTO.
      A desfenestrar a TODOS ESOS QUE NO SE HAN RECORTADO NADA ELLOS y SÓLO TIENEN PREBENDAS QUE CON MAS DE 4 MESES DE TRABAJO PARA MANTENERLOS HEMOS DE LABORAR CADA TRABAJADOR O CADA ESPAÑOL.

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  4. Efectivamente, hasta que no lleguemos al extremo, la situación no va a mejorar. A partir de ese momento, habrá que trabajar de una manera parecida a como han hecho en Islandia. Básica y sencillamente, justicia. Juzgar y encarcelar a todo aquel que literalmente ha robado dinero del pueblo, o haya provocado con su mala gestión perjuicios a España y/o habitantes.

    Como bien dices Manuel, a derecha e izquierda, ya que esto no es un problema de color político, sino de corrupción pura.

    Sin ser yo muy listo, si que sabía antes de las elecciones que votar al PP para sacar a Zapatero, no iba a ser ni mucho menos la solución. Todos aquellos que votaron "probando suerte", y aquellos otros que lo hicieron con la convicción de que Rajoy y su equipo tenian la fórmula para resolver el problema, han sido víctimas de una estafa a nivel Nacional mas grande que la catedral de mi pueblo (Sigüenza). Pero errar es de sabios, no volvamos a caer en el mismo error, por muchas promesas electorales que nos hagan, ya sabemos mas que de sobra que serán mentira.

    No creo que sea legítimo llegar a la presidencia de un país democrático, estafando, mintiendo y tomando el pelo a todos los votantes, y no creo que lo debamos permitir.

    Tenemos mucho trabajo por hacer.

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  5. josep maria arpa pi3 de mayo de 2012, 23:47

    "Dar pasada", o sea "Borrón y Cuenta Nueva" a todo el tinglado montado deberia ser de una Valentia Colectiva, que todavia hoy es minoritaria. ¡Creo pensar !!
    Cuando Explote la Olla, cabran varias posibilidades. Una de ellas, largarse de España.Otra quedarse en España, y vivir como en la posguerra (cabe esperar que sin muertos).
    Los miembros de Honestidad Radical deberiamos estructurar como se podria "Dar Pasada" de una manera efectiva???

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  6. Es imposible que haya bienestar si hay "autonosuyas" por el medio :) Gran entrada. Saludos...

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  7. Bravo Manolo, un post muy conciso y clarificador.
    La "olla" (y añado "Exprés") no tardara demasiado en "pitar" por exceso de presión (y falta de expresión -social-). La gente sólo espera un/a guía, un pretexto definitivo, un primer paso (o pisotón) o incluso (espero que no literal) un "mártir" para desbordarse en ríos de frustración y tambien valentía. Sin ir mas lejos, yo me atreveria a protosticar una primera fecha: 15M, aniversario de los movientos sociales mas importantes desde el franquismo. (Aprovecho para puntualizar que no se dejen engañar por las etiquetas que los Srs. Medios de Comunicación y demas chusma ignorante y oportunista establecieron para los ingratamente llamados "Indignados", pues indignados estamos todos, y no somos globos que nos hinchamos y deshinchamos con el olvido. Esto merece un cambio sin miedo y con valentía y honestidad ;)
    Un saludo,
    Andrea

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    1. Andrea,

      · Felices lo ojos que te leen. A veces, tengo la sensación de que soy como San Juan Bautista, que predicaba en el desierto. Sin embrago, uno se lleva sorpresas, ya que es leído más de lo que parece.

      · Coincidimos en que la olla de España ha cogido mucha presión y, cada viernes, la presión sigue subiendo con las sucesivas medidas, tomadas por la cata política de turno (ahora el PP, a nievel de España; y CiU, aquí en Cataluña). Por lo tanto, esto no puede aguantar mucho y la explosión social creo que es inminente.

      · Espero que el aniversario del 15M sea la ocasión para reavivar el rescoldo de las protestas del 2011, retomar el hilo de las reivindicaciones y hacer oír la voz del pueblo llano que, hasta ahora, ha sido y sigue siendo el pagano de los errores de una pequeña minoría.

      · Pero, ¡Cuidado! La gente no debe esperar ni guías ni Mesías, porque, si llegan, vendrán de los sindicatos trincones y de los partidos corruptos, que ya "jodieron la marrana" (perdón por la expresión) el año pasado.

      Un abrazo,

      Manuel I.

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