domingo, 15 de junio de 2025

La gallina de los huevos de oro: el coche

  

Según la fábula de Esopo, “La gallina de los huevos de oro”, de la que La Fontaine y Samaniego hicieron sedas versiones, una pareja de granjeros constataron que una de sus gallinas ponía huevos de oro. Avariciosos, no quisieron esperar a la puesta diaria y, por eso, la sacrificaron para descubrir la mina de oro y conseguir, de una vez y “sùbito”, todo el oro que llevaba dentro. Así acabaron con la fuente que les producía abundancia, riqueza y felicidad. Y, como dice la sabiduría popular, la avaricia rompió el saco.  

Esta fábula y la moraleja subsiguiente permite ilustrar la política fiscal extorsionadora y extractiva del Ministerio de Hacienda, regentado por Mari “Chus” Montero. Esta  política usurpadora ha conducido ya a que más del 50% de nuestros ingresos sean expoliados por Hacienda con los numerosísimos impuestos. Y esto puede conducir, si no ha conducido ya, a una rebelión tributaria, no de los que estamos esclavizados a una nómina, aunque también, sino de los empresarios, que deslocalizan sus empresas o que se zambullen en la economía sumergida.

Veamos algunos datos generales de esta fiscalidad desvalijadora (cf. infra, el “populismo fiscal”). Y, por otro lado, analicemos minuciosamente, en particular, la fiscalidad relacionada con ese bien, que crece continuamente y que los consumidores renuevan periódicamente: el automóvil, auténtica gallina de los huevos de oro para el Ministerio de Hacienda.

 El “populismo fiscal”

Según un informe del Instituto Juan de Mariana (IJM), de noviembre de 2024, entre 2019 y 2023, el gobierno de Pedro Sánchez ha subido 81 veces los impuestos y/o las cotizaciones a trabajadores y/o empresarios. A pesar del bulo de que el Gobierno de P. Sánchez “ha llevado a cabo la mayor rebaja de impuestos de la historia”, Mari “Chus” Montero “dixit”, la subida implacable de impuestos/cotizaciones ha dado como resultado un saldo neto acumulado y positivo para Hacienda que ronda los 42.000 millones de euros anuales. 

Por otro lado, las rebajas fiscales (del IVA y del impuesto de hidrocarburos) han sido puntuales, en el contexto de la crisis inflacionaria del Covid 19, mientras que la subida de impuestos o los nuevos impuestos son permanentes, algo que es perjudicial y lesivo para el contribuyente y el consumidor. Por eso, España es el tercer país, después de Eslovaquia y Chipre, donde más ha aumentado la presión fiscal. En efecto, mientras que, en España, lo recaudado con el PIB ha crecido un 2,9, en el resto de la eurozona ha caído un 0,7 del PIB. Esto nos permite afirmar y afirmamos que, en España, se está produciendo una salvaje recaudación fiscal. En los 9 primeros meses de 2024, lo recaudado superó lo recaudado en todo el 2018. Y, por eso, podemos aseverar que Mari “Chus” Montero construye bulos y miente como una bellaca sobre la pretendida rebaja de impuestos.

La fiscalidad del choche, la gallina de los huevos de oro

En una entrevista, realizada por Eurico Campano en Periodista Digital TV, el pasado 30 de marzo de 2025, César Sinde —especialista en economía, motor y seguridad vial— desgrana y cuantifica los muy numerosos impuestos que gravan la compra, el uso o el no uso del coche.

A partir de los datos oficiales de la ANFAC/AEAT del Ministerio de Industria,  entre estos impuestos automovilísticos, abonados por los automovilistas en 2023, César Sinde enumera y cuantifica 15 figuras tributarias diferentes (IVA por compra de vehículo, impuesto de matriculación de vehículo nuevo, IVA del combustible, impuesto especial de hidrocarburos, impuesto de circulación municipal, impuesto de transmisiones patrimoniales de vehículos usados, IVA vehículos usados, impuesto de matriculación de vehículos usados, tasa de matriculación, permiso de circulación, tasa de cambio de titularidad de vehículos usados, impuestos por los seguros de los vehículos, IVA en talleres y recambios, y multas). A estas tasas se van añadiendo otros tributos: es el caso del impuesto por contaminación por CO2, vigente en Cataluña; las tasas por aparcamiento en zonas azules y verdes, por contaminación atmosférica y acústica. Y suma y sigue.

Por cada uno de estos 15 conceptos (cf. entrevista en el enlace), Hacienda ingresa cientos o miles de millones de euros, por un monto total, en 2023, de unos 40.000 millones. En esta cifra no están incluidas las multas de los 8.124 ayuntamientos que hay en España, así como las multas de tres CC.AA. (Cataluña, País Vasco y Navarra), que tienen transferidas las competencias de tráfico. En 2024, sólo la ciudad de Barcelona ingresó, por multas, nada menos que 100 millones de euros.

La última propuesta de la creatividad fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez es el impuesto/peaje por el uso de autopistas, autovías y carreteras (cf. Real Decreto 205/2025, de 18 de marzo). Con este nuevo impuesto Hacienda va a ingresar, a ojo de buen cubero, otros 49.000 millones de euros (si la media de una conductor es recorrer 35.000 km. anuales, multiplicados por 0,5 cm. por km., da 1.750€ por vehículo y año). Si multiplicamos este cociente (1.750€) por unos 28 millones de coches, obtenemos, tirando a la baja, esos 49.000 millones de euros de nuevos ingresos para Hacienda.

Ahora bien, con la recaudación de más de 40.000 millones de euros en 2023, que gravan ya el coche, no hay ninguna justificación para imponer peajes, por un monto de 49.000 millones de euros anuales para mantener las carreteras, abandonadas durante muchos años y cuyo estado actual deja mucho que desear en cuatro aspectos fundamentales (asfalto, señales verticales, pintura y barreras de contención), ni para construir nuevas carreteras.

En 2023, el Gobierno de Pedro Sánchez vendió a los conductores que no habría peajes y, menos aún, una subida de los existentes. Ahora bien, como es costumbre en Pedro Sánchez, donde dije digo, digo Diego. En efecto, a principios de este año, aprobó el Real Decreto 205/2025, de 18 de marzo, para imponer peajes en todas las vía de comunicación y así poder obtener de Bruselas un condicionado nuevo tramo de los fondos “next generation” (24.000 millones de euros). Y, ahora, que la UE exige el cumplimiento de la promesa del precitado Real Decreto, el Gobierno de Pedro Sánchez propala, “urbi et orbi”, el bulo de que lo exige la UE. Esto es trilerismo puro y duro, producto de la fábrica del fango sanchista.

Moraleja

Sánchez y su ministra Mari “Chus” Montero mienten como bellacos cuando hablan de bajada de impuestos o de imposición de peajes por imperativo europeo.  Son veletas que giran en función del viento (sus intereses). Para Sánchez y los suyos, cuando se necesitan recursos para equilibrar las cuentas o para hacer frente a gastos perentorios (por ejemplo, pasar del 1,28% del PIB actual al 2% o al 3% o al 5% para contribuir al rearme de la OTAN), la solución es simple y expedita: se inventan e imponen nuevos impuestos y/o se incrementan los que existen. Y problema resuelto, aunque esta decisión incremente el déficit y la deuda públicos, dejando un envenenado “regalito” a las futuras generaciones.

El Gobierno sanchista es un Gobierno derrochador y cleptómano,  y, por eso, se ve obligado a ser un Gobierno depredador y extractivo. Actuando así, va a acabar con la gallina de los huevos de oro: la paciencia de los contribuyentes (trabajadores y empresarios), avocándolos a la insumisión fiscal. Como son poco leídos e instruidos, no se han enterado, como creo que aseveró el emperador romano Valerio, que “a las ovejas (los contribuyentes) se les puede quitar la lana (la “pasta”, nunca mejor dicho), pero nunca la piel”. Como le sucedió a la gallina de los huevos de oro, el Gobierno de España puede acabar con ellas.

© 2025 - Manuel I. Cabezas González

https://honrad.blogspot.com/

15 de junio de 2025