martes, 12 de diciembre de 2017

LOS ANTI-PRINCIPITOS


 · El próximo 21 de diciembre (21D), los ciudadanos catalanes han sido llamados a las urnas una vez más, en muy poco tiempo. Con su voto, tienen que tratar de arreglar los desaguisados, los desatinos y los desmanes provocados tanto por el Gobierno de Cataluña del prófugo y lenguaraz Carles Puigdemont,  como por el Gobierno de España, presidido por el Anti-Principito Mariano Rajoy, y el resto de la casta política. Ahora bien, los responsables de la crítica situación que se está viviendo en Cataluña se presentarán de nuevo a las elecciones, como los bomberos-pirómanos, para atajar el incendio que ellos mismos han provocado, han atizado y siguen atizando, impelidos por el deseo patológico de mantenerse en el poder  o de llegar a él.

· Ante estas dos constataciones objetivas, no está de más preguntarse por qué y cómo se ha degradado tanto el Estado de derecho así como la actividad económica, la convivencia cívica y política, el Estado de bienestar,... en Cataluña. Comprender las causas últimas del comportamiento de los dos gobiernos (el catalán y el español), de ahora y del pasado, y tomar medidas radicales y vinculantes contra ellos deberían vacunarnos contra nuevas intentonas golpistas y nuevos Anti-Principitos. La explicación racional de estas causas, la podemos encontrar si establecemos una analogía entre ciertos pasajes del Principito (relato de Antoine de Sant-Exupéry) y el comportamiento de la casta política catalana y española.

El Principito 

· Al inicio del relato, Sant-Exupéry describe y narra el día a día del Principito en su diminuto planeta, el asteroide B-612. Su planeta estaba infestado de las terribles semillas de baobabs (árboles gigantescos). Por eso, cada mañana, tenía que recorrerlo para arrancar sus inofensivos tallos, nada más que sacaban la cabeza de la tierra. Era un trabajo monótono y aburrido. Pero, el Principito lo llevaba a cabo metódica, diligente y disciplinadamente, ya que de esto dependía la supervivencia de su planeta. En caso contrario, los minúsculos tallos de baobabs crecerían rápidamente, lo invadirían, lo perforarían con sus raíces y lo desintegrarían (cf. Cap. V).

· Además, el Principito deshollinaba periódicamente sus dos volcanes activos, con el fin de que ardiesen suave y regularmente, sin erupciones violentas que podrían también poner en peligro su casa-planeta. Y tampoco se olvidaba de hacer lo propio con un volcán dormido ya que, como confesó el Principito, “¡no se sabe nunca!” lo que puede suceder (cf. Cap. IX).

· Un día, haciendo la limpieza cotidiana de las malas hierbas, vio una brizna nueva, que no se parecía a ninguna otra. La dejó crecer. Con el paso de los días, surgió una flor, que se fue acicalando y embelleciendo, transformándose en una despampanante rosa. El Principito se enamoró de ella y empezó a prodigarle todo tipo de cuidados: la regaba cada día; la protegía de las corrientes de aire, con un biombo, y de los fríos nocturnos, con un globo; y la acariciaba cotidianamente con sus palabras. Pero, su rosa era altiva, presumida, vanidosa y mentirosa; y el Principito empezó a decepcionarse, a dudar de ella y a no ser feliz. Por eso, abandonó su asteroide y “puso espacio de por medio”, iniciando un periplo interplanetario (Cap. VIII).

Los Anti-Pricipitos

· Estos pasajes del Principito reflejan muy bien lo que ha sucedido y está sucediendo en el asteroide Hispania. Rajoy y también todos los presidentes que le precedieron (Suárez, Felipe, Aznar y ZP) han sido unos auténticos Anti-Principitos, cortados todos por el mismo patrón.

· En efecto, para llegar al poder y para mantenerse en él, no dudaron en practicar el “ayuntamiento político contra natura” con los nacionalistas. Además, llegados al poder, en vez de ocuparse de los problemas reales de los ciudadanos y de la diligente, metódica y disciplinada gestión de la “res publica” (como hacía el Principito en su planeta, arrancando las malas hiervas y deshollinando sus volcanes), han hecho dejación de sus funciones, poniendo en peligro la soberanía nacional, la paz social y la viabilidad de nuestra democracia; y se han dedicado sólo a asegurarse la permanencia en el poder, para defender únicamente sus intereses personales y los de sus partidos. Actuando así, han hecho honor al  “Viejo Profesor”, Tierno Galván, que afirmó que “las promesas electorales están para no cumplirse” (i.e. para engañar a los votantes).  ¿Y para esto no les pagamos el sueldo? Como dijo alguien, de cuyo nombre no quiero acordarme, “a la política se debería llegar comido y comiendo, y no para comer y, aún menos, para comer a dos carrillos”.

· Por otro lado, —conocedores del talón de Aquiles de los Suárez, los Felipe, los Aznar, los ZP y los Rajoy— los nacionalistas-independentistas catalanes les exigieron, durante los 40 años de democracia, el oro y el moro para que pudieran satisfacer sus desenfrenados apetitos de poder. De esta forma, el cortoplacismo y los intereses personales de los Presidentes de los Gobiernos de España provocaron la transferencia progresiva de competencias del Estado a la caprichosa, altiva, mentirosa y siempre insatisfecha “Rosa independentista catalana”. Por eso, los responsables políticos españoles nunca podrán ser tildados de estadistas ya que, para esto, deberían pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones” (W. Churchill). En consecuencia, no se les dedicará ni una sola línea en la Historia con mayúscula.

Ergo

· Este apetito enfermizo de poder de los Anti-Principitos de la casta política nacional y catalana (los Rivera, los Sánchez, los independentistas de todo cuño, etc.) han impelido y conducido a Rajoy a convocar elecciones para el próximo 21D. Ahora bien, muchos ciudadanos de a pie se han preguntado si no ha sido precipitado convocar, con tanta premura, las elecciones autonómicas en Cataluña y si éstas son la fórmula taumatúrgica para deshacer el nudo gordiano catalán. En efecto, no parece lógico ni razonable que el statu quo actual vaya a cambiar por medio de unas nuevas y simples elecciones autonómicas. Éstas pueden ser un parto de los montes y que todo siga como hasta ahora o aún peor. O también podría suceder que, engañados y decepcionados por unos y por otros, los votantes informados y responsables abandonasen, como el Principito su asteroide, el planeta electoral del próximo 21D.

· Como dijo Einstein, si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Por eso, no parece factible que se puedan esperar resultados electorales diferentes, cuando las reglas y las infraestructuras del juego político siguen intactas en Cataluña; cuando las malas hierbas independentistas no fueron arrancadas a su debido tiempo ni lo están siendo ahora por el Anti-Principito Rajoy; cuando los volcanes (político, educativo, cultural, comunicativo,…) no han sido deshollinados diligentemente. Los independentistas han ganado la “batalla del lenguaje”; han adoctrinado y siguen adoctrinando a los niños, adolescentes y jóvenes en los centros escolares; han desinformado y manipulado (y siguen haciéndolo) a todos los ciudadanos por medio de los 7 canales catalanes de TV, de las emisoras de radio, de los medios de comunicación tradicionales y digitales, profusamente subvencionados; han contado y siguen contando con una tupida red de asociaciones (entre ellas, la ANC y Omnium Cultural), bien dotadas económicamente y encargadas de difundir la falacia independentista.

· Con todo esto y desde hace 40 años, los independentistas han ido sembrando las semillas del odio, del rencor, de la disgregación, de la confrontación, de la división, de las fuerzas centrífugas…, que han echado raíces profundas en las mentes de muchos ciudadanos y que no pueden ser cercenadas, de la noche a la mañana, con la hoz de las elecciones del próximo 21D. Por eso, es difícil comprender la precipitación, que nunca es buena consejera, de la convocatoria de estas elecciones, sin antes desmontar las estructuras golpistas que condujeron a la aplicación “very, very,… light” del 155. La casta política “constitucionalista” tiene como único objetivo encaramarse en el poder, olvidándose de que, como dejó para la posteridad Casto Méndez Núñez, “más vale honra sin barcos (sin poder) que barcos (poder) sin honra”.

© Manuel I. Cabezas González
Publicado  tambien en Periodista Digital, Liverdades, Las Voces del Pueblo, La Tribuna del País Vasco, Bembibre Digital, Actuall, L'Independent de Barberà, El Espía Digital, Red de Blogs Comprometidos, Crónica Popular, Votavalores.org, El Diestro, Periódico El Buscador, www.votavalores.org y Catalunya Press.
11 de diciembre de 2017

3 comentarios:

  1. Hola Manolo, leer tus escritos es como comer con hambre. Tu comentario vendría a ser un ejemplo de literatura aplicada, no es cierto? Me encantó.
    Saludos desde Buenos Aires. Miguel Laporte

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    1. Estimado Miguel:

      • Es un placer saber que seguimos unidos a través de este cordón umbilical que es HONESTIDAD RADICAL.

      • La respuesta a la pregunta que formulas en tu misiva no puede ser otra que “SÍ”. Pienso que, para progresar y avanzar en cualquier campo, hay que pasar al acto, a la acción; hay que aplicar la teoría o lo que hemos aprendido.

      • En mi último texto (“LOS ANTI-PRINCIPITOS”), las relecturas que he hecho del relato de Sant-Exupéry, a lo largo de los años, me han permitido analizar, creo que con todo detalle, el comportamiento y las actitudes de la CASTA POLÍTICA ESPAÑOLA. Ésta es material de desecho, que es imposible reciclar y a la que habría que aplicar la medicina utilizada por los revolucionarios franceses de 1789.

      ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! Y ¡¡¡PRÓSPERO 2018!!!

      Un abrazo.

      Manuel I.
      16 de diciembre de 2017

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  2. Anónimo (sin nombre), descarado (sin cara) y desalmado (sin alma, cuyo reflejo es el nombre y la cara) interlocutor:

    • Con su comentario ha violado Ud. dos reglas de la comunicación eficaz en este oasis de libertad que es HONESTIDAD RADICAL (H.R.).

    • Por un lado, se ha escondido Ud. tras el anonimato, como esos toreros que no tienen bragueta y que se refugian detrás del burladero. Esto no está bien visto y no es de recibo en H.R. Le invito a que lea el primer texto (“De la honestidad radical”) colgado en este blog. He aquí el link:
    http://honrad.blogspot.com.es/2011/06/de-la-honestidad-radical-el-nombre-de.html

    • Por otro lado, Ud. se expresa en una lengua, que se merece todo el respeto del mundo, pero que no es moneda de curso legal en el comercio lingüístico que H.R. quiere provocar y potenciar. Si uno tiene algo que decir y quiere que su mensaje llegue y cause efecto en el receptor, hay que utilizar la lengua de éste. En caso contrario, Ud. se comporta como San Juan el Bautista, aquel que predicaba en el desierto.

    • Por estas dos razones y pensando en los lectores de H.R., le pido a Ud. que dé la cara y que traduzca su comentario a la lengua de Cervantes.

    Un cordial saludo.

    Manuel I. Cabezas
    16 de diciembre de 2017

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